Córdoba acoge desde ayer un convento y fiesta del Supremo Consejo del Grado 33 y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España, uno de los principales órganos de la masonería española, que preside Felipe LLanes.

-La masonería española vuelve a reunirse en Córdoba, adonde regresa cada cierto tiempo. ¿Qué encuentran en esta ciudad?

-Córdoba es un imán de ideas avanzadas. Además de haber sido capital del Emirato Independiente y del Califato Omeya, tiene un Ayuntamiento activo que además fue el primero que reconoció la honorabilidad de la masonería tras años de oscurantismo. Córdoba es una ciudad adelantada, no en vano es la cuna de Séneca.

-¿Hay muchos masones en Córdoba?

-Hay algunos, no tantos como yo quisiera, pero son muy competentes y son la levadura y están en el centro de la cascada, del remolino de ideas que nos ha traído hasta aquí.

-¿Cuántas personas asistirán a este ‘convento’?

-Unas 250 personas, entre los que figuran como invitados supremos consejos de gran número de países europeos y de América.

-Los masones tienen prohibido hablar de política y religión, pero la masonería aparece muy vinculada al independentismo catalán, ahora muy presente. ¿A qué se debe?

-El independentismo es un tema candente en este momento, pero la masonería tiene más que ver con la patria y el patriotismo que con la idea insolidaria de la separación. La masonería tiende puentes e intenta unir, no busca la división. Respeto las ideas de los demás, pero el Estado tiene unas leyes, códigos que hay que respetar.

-¿Qué tiene de particular el rito escocés dentro de las logias masónicas?

-La masonería es muy amplia. El rito escocés es el más frecuente y se define por criterios de justicia, libertad e igualdad, también es muy importante el marco general de todo esto, el marco del amor y la fraternidad.

-Un principio de esta logia masonería es ser hombre y de buenas costumbres. ¿A qué costumbres se refiere?

-Ser de buenas costumbres supone en su origen no ser esclavo, ser libre. Hoy en día, no estar atenazado por cadenas que te obliguen a determinados hábitos indebidos como la droga, el alcohol, pero también al fanatismo. Si alguien quiere ser masón y se expresa como fanático o extremista, se entiende que no es libre y no es de buenas costumbres.

-¿Por qué se excluye a la mujer?

-Las mujeres son lo mejor de la tierra, es la mitad de la humanidad y tiene un papel muy importante en la masonería. Yo siempre pongo el ejemplo de ¿cómo puede volar un pájaro con un solo ala?

-Sí, pero para ingresar en el rito escocés se exige ser varón.

-La mujer puede hacerse masona en logias masónicas femeninas o mixtas, cada uno se apunta a la que quiere. La nuestra exige ser varón, pero eso no quiere decir que la mujer no tenga un papel. En muchas ceremonias participa, como la ceremonia de reconocimiento conyugal, en la adopción de luvetones (bautizo masónico) o las tenidas blancas, con conferencias, participaciones como la de esta tarde (por ayer), abierta a todo el público.

-¿Se es masón para toda la vida?

-Las puertas para entrar a la masonería son estrechas y las de salida son amplias, cualquiera se puede ir. Solo tiene que decir que tiene una plancha de quite, que es un documento que dice que has estado en la institución, pero te retiras en paz. No puedes dejar deudas ni causas pendientes.

-¿Está en peligro de extinción la masonería en la sociedad actual?

-Lo que hay que pensar es si la sociedad se está aletargando en el hedonismo y en lugar de pensar en cómo hacer una buena vida está centrada solo en vivir bien, para los placeres. Hay muchas personas luchando heroicamente por alcanzar unos ideales, muchos de ellos masones. ¿Hay una crisis de ideas? Sí, pero es una crisis general. ¿Nos afecta a los masones? Pues en España, la verdad es que estuvimos arrasados durante años y todo lo que estamos experimentando de un tiempo a esta parte, es todo crecimiento, sin duda.