Con el objetivo de reforzar las poblaciones del lince ibérico en la zona del Guadalmellato, antiguo territorio de asentamiento de la especie, la consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, María Jesús Serrano, soltó ayer en Villafranca un nuevo ejemplar. Se trata de un macho de nombre Junípero, procedente del Centro Nacional de Reproducción del Lince Ibérico en Silves (Portugal), descendiente de Fruta y Fresno. El animal porta un collar con un emisor para su permanente localización.

Con esta iniciativa, desarrollada en el marco del proyecto europeo Life Iberlince para la recuperación de la distribución histórica del lince ibérico, se pretende reproducir de forma natural ejemplares y favorecer su asentamiento. Serrano ha resaltado la cooperación de los titulares de las fincas privadas de esta zona para la puesta en marcha de esta iniciativa. En el Guadalmellato se han liberado 28 linces desde que comenzaron las reintroducciones en el 2010.

En febrero se reunirán todos los socios del Life Iberlince para determinar las nuevas zonas de reintroducción de la especie. Por el momento se han preseleccionado las del valle del Guadiana (Mértola, Portugal), valle del Matachel (Badajoz), Guadalcanal--Valdecigüeñas (Sevilla--Badajoz), Montes de Toledo y Cabañeros (Toledo) y Campo de Calatrava (Ciudad Real) como parte de la zona de reintroducción de Guarrizas. En el Guadalmellato se destinan 22.000 hectáreas. La consejera también se comprometió a continuar con el proyecto del Centro de Interpretación del Lince en esta localidad.

La conservación del lince ibérico se está convirtiendo en una fuente generadora de empleo. Esta iniciativa ha creado 31 puestos de trabajo fijos y 29.740 jornales. A ello hay que sumar la licitación de 6.816.063 euros de trabajos forestales para la mejora del hábitat.