Líder de Siniestro Total, también es capaz de adentrarse en el mundo de la novela con 'Sustancia negra. La increíble historia del Insecto Palo'

--Dicen en su editorial que 'Sustancia negra' es la novela más inexplicable que han publicado en los últimos años. ¿Un elogio?

--Para mí, sí. En todo caso, además, también es la mejor que he escrito nunca. Es la primera.

--'Cachaverosódico'. Un palabro de su padre. ¿Ha logrado desentrañar su significado?

--Sí. Yo lo tenía interiorizado. El problema es que podría ser, más o menos, la realidad tomada como absurdo y el absurdo como lo único real posible. El problema fue que, cuando me enteré de que la palabra no existía, resulta que mi padre ya se había muerto y ni siquiera mi madre sabe el origen de la palabra. Es una palabra ya sin etimología para siempre.

--Si Kafka hubiese sido gallego, habría escrito algo parecido. ¿Lo definiría como un escritor 'cachaverosódico'?

--Menos cachaverosódico, porque él tiene su adjetivo. Es kafkiano. Ya existe.

--Un vecino secuestra a otro vecino. Un Tiziano perdido en el Vaticano que encierra un secreto. Cristo no murió en la cruz. ¿Escrita para cualquier lector?

--Hombre, está escrita para ningún tipo de lector. Decía Agustín Fernández Mallo que no se escribe para los lectores, sino que el mayor respeto para los lectores es escribir para uno mismo.

--Cualquier escritor sufre ante el folio en blanco, y usted se lo pasa como un enano. ¿Seguro que lo suyo es la literatura?

--(Ríe). No. Es el rock and roll. Entonces, yo creo que esto, más que literatura, es rock and roll.

--La subtrama de la novela es el Apocalipsis. ¿Esto se hunde de verdad?

--Sí se hunde. Y yo soy optimista porque pienso que la humanidad no durará más allá de este siglo. Esto, en realidad, es también una apuesta por una de las posibles formas en que se hunde Occidente.

--La industria de la música en España ha desaparecido. Y usted la cambia por el libro. ¿Le han aconsejado bien?

--No. (Ríe). Porque esto es como salir de la sartén para que haga fuego. Uno debe tener algún problema serio.

--Hace 33 años dejó el Reanult 12 de su padre siniestro total. ¿Siempre se inspira destrozando la realidad?

--(Ríe). Quizá la idea iconoclasta y la idea de romper cosas es muy del rock. Al final, la destrucción es una manera de crear.

--¿Le perdonó su padre o con los primeros ingresos le pagó los destrozos del coche?

--Lo pagó el seguro. Fue una ventaja. Lo tenía a todo riesgo. Una ventaja de la civilización occidental. De todas formas, es lo que se pretende uno cargar. Esto es una contradicción. Vivimos en la contradicción.

--¿Le gustaba Andrés do Barro porque era de valientes cantar en gallego o por la escopeta que llevaba a sus espaldas?

--(Ríe). La foto de la escopeta es muy buena. Hacía muy buenas canciones. Por un lado, cantaba en gallego, lo cual era una reivindicación del idioma pero también era una especie de contrapeso a los cantantes en gallego más politizados, más antifranquistas.