Siempre manda en mí, en esto del oficio, lo que es la música de la actualidad. La copla de las palabras. Lo que me preña, me gusta, me puede, en fin. Los medios. Que son los enteros. De ahí que no tenga que explicaros, mis leales, por qué el título que nos prologa. Que sí, de la calle salió, de lo cotidiano, o sea: "Mira tú, hay una cosa que te quiero decir..."

Que ahora multiplica la tele, no tengo que explicar dónde, ni por qué porque todos lo sabéis. Estamos en eso, así que recojo de la calle lo que de la calle salió. Sí, hay una cosa que te quiero decir, y perdona que os tutee pero son ya muchos años conociéndonos, sabiéndonos, sintiéndonos. Todos los domingos, así que, es verdad lo que está arriba. Y lo que ahora nos llega. Porque vamos a ver...

Os quiero decir que Sabina dice la verdad del barquero. Joaquín de Ubeda, que es como paisano nuestro. Buen poeta, como lo es Bob Dylan, que sigue llevando el sombrero cordobés. Por cierto, que tengo una deuda con Córdoba, una deuda de las que no se olvidan y que no necesita otro tío del frac que el de la memoria. Debo ir a tomarme las medidas del sombrero cordobés, que ahora ha vuelto a poner de moda Madonna, que si la invitáramos a casa, en casa se quedaba para siempre. El sombrero, ay mi sombrero- que el decano de los sastres cordobeses quiere llevar hasta el mismo Papa Paco; que de saberlo, se lo pone, seguro que sí. Es como lo de la capa cordobesa, que yo tengo la mía de señor del salmorejo, de Elio Bernhayer. ¡Lo he dicho tantas veces¡

Es como que la Carmen de España, o una de las cármenes, que es la Bordíu, ya saben, que acaba de soplar las velas, los velones de Lucena, de sus primeros 64 años --¡esta enorme, sí señores, enormísima¡-- así como Ortega Cano, al que veré, en carne y hueso --espero que me dé el sí-- la semana que viene en su casa de las afueras de Madrid, donde conserva sus trajes de luces, todos, como yo dije de él en la cabecera de mi libro de hace años. Más de la actualidad, ¡mira que si pudiera venir, con un permiso especial, y a beneficio, a esa tarde de los cincuenta años de los Califas¡ una tarde para apuntarse pero ya, pidiendo sitio.

Adiós a la ceniza, viene la pasión, que es al contrario. Lo que sí les quiero decir, respondiendo al titular, es que me ha despertado el señor de los 'asnillos' para decirme que en unos días tenemos ya el nombre de Rafael Martínez Simancas en el frontal de la Casa de la Cultura de Rute. Y un año ya, y parece que fue ayer, que se nos fue, si bien nunca del todo, menos mal, Paco de Lucía. Me dicen que quieren hacer un sello con su perfil. ¡Lástima que no se haya inventado todavía el sello que suena¡

Y que no se me vaya, por favor, este abrazo fuerte a Don Juan y Medio, que está triste, muy triste, por que se le fue su padre, ese gran señor del Sur. Y deciros que hube de descolgar de su clavo mi Medalla de Andalucía para lucirla, que ayer fue el día de nuestro país.