Un tren no es un mero medio de transporte, o al menos eso es lo que intenta mostrar la Fundación de los Ferrocarriles Españoles a través de la exposición Caminos de hierro, una muestra fotográfica que lleva más de 30 años recorriendo la geografía española, enseñando lo fotogénicas que pueden llegar a ser las estaciones, sus vías y sus trenes.

El concurso fue creado en el año 1986 para «fomentar y promocionar la fotografía en el entorno del ferrocarril, a través de sus viajeros, estaciones, vías, túneles o metros», apuntan desde la fundación. La exposición «itinerante» comenzó su recorrido el pasado mes de mayo y recorrerá ciudades hasta la finalizar la edición en enero del 2018. Se realiza en colaboración con ADIF, a través de su programa Estación abierta. Con esta iniciativa «se consigue que los ciudadanos consideren las estaciones como lugares abiertos y de referencia para el encuentro y la potenciación de los contenidos culturales», según el gerente del área de cultura y comunicación de la fundación, Juan Altares.

En Córdoba, la estación de ferrocarriles mostrará estas obras hasta el próximo 13 de marzo. Esta es su vigésimo octava edición y, por primera vez en toda su historia, las fotografías han podido presentarse en formato digital en una primera fase, de las que fueron elegidas 179 para su impresión. De las más de 5.000 fotografías presentadas por los 2.000 autores procedentes de 46 países diferentes, la exposición ubicada en el vestíbulo de la estación cordobesa muestra un total de 43 obras impresas, con 38 fotografías individuales y 5 series, además de una pantalla digital en la que se muestra una sucesión continua de todas las obras participantes, hasta llegar a exponer más de un centenar de obras fotográficas.

Desde su creación, este certamen ha alcanzado la participación de cerca de 30.000 fotógrafos, alcanzando las 65.000 obras, provenientes no solo de España y otros países europeos, sino también de África, América y Asia. Este año, la ganadora de la 28ª edición del concurso ha sido Nataliya Kharlamova, de Rusia. La presencia andaluza ha sido más que notable en este concurso del 2016 (ya que el fallo del jurado tuvo lugar el pasado mes de abril), contando con la presencia de Katy Gómez y Elena Morón, de Jaén y Sevilla respectivamente, entre los accésit del certamen, junto con Luis Guzmán, José Lara y Francisco Osuna entre los preseleccionados cordobeses.

«Este certamen fotográfico se ha convertido en una fuente de inspiración y creatividad para todos los amantes del tren y para los profesionales y aficionados a la fotografía», señala Altares de un concurso que, gracias a su incremento en cuanto al número de participantes, ha logrado llegar a ser uno de los más prestigiosos tanto a nivel nacional como internacional.

El Camino de hierro de este certamen no se para en Córdoba, seguirá recorriendo el resto de provincias españolas para hacer del vestíbulo de cada estación de tren una sala de exposición improvisada para el disfrute de los curiosos y de todos los viajeros que pasen por sus pasillos. Desde un autoretrato reflejado en la ventanilla de un tren o un trayecto hasta Siberia, hasta un fotomontaje en el que un ferrocarril es el protagonista de la película El planeta de los simios. Cuatro paredes que recogen la visión de cada ojo, de cada cámara y de lo que supone para cada participante una estación o una vía, resaltando así la fotogenia de los trenes.