Cuando llegan estas fechas, los vecinos recuperan viejas costumbres, cantes, bailes y gastronomía para mantener vivo el espíritu aceitunero

La recogida de la aceituna con las manos arrecías por parte de los aceituneros fue uno de los reconocimientos que ayer se hicieron en Adamuz con motivo de la Botijuela, una tradición ancestral que conmemora el fin de la campaña del olivar, en la que los jornaleros disfrutaban de un ágape ofrecido por el señorito tras el duro invierno y que sirve para compartir en un ambiente de fiesta entre los compañeros de fatiga. Además del tradicional concurso de salmorejo adamuceño y aceitunas aliñadas, en la jornada festiva de ayer, celebrada en el parque de La Tremesina, hubo actuaciones de bailes típicos, degustación de platos de Sierra Morena, visitas al Centro del Olivar de Sierra, paseos en burro, puestos de venta de productos típicos y buen ambiente.

Mujeres y hombres de diferentes colectivos sociales elaboraron carne de monte que fue vendida entre los asistentes y cuyos beneficios han ido destinados a las familias que más lo necesitan de la localidad.

En cuanto al concurso del típico salmorejo, pudimos conversar con Antonio Vega y José Jiménez, quienes se afanaban por culminar este plato en un perol. Comentaron que los ingredientes son vinagreras, ajo, tomate, cebolla, espinacas, harina o migas de pan, espárragos y patatas fritas en trozos pequeños. Estos dos cocineros, que recibían el respaldo de un nutrido número de familiares y amigos, relataban que "en Villanueva, Villafranca y algunos pueblos de alrededor recibe el nombre de ajo".

Este plato tradicional se degustaba por estas fechas y servía para que hombres y mujeres se mantuvieran fuertes y bien alimentados para luego ir al tajo.

Y es que la recogida de la aceituna ha sido y sigue siendo una de las actividades que más riqueza generan en esta zona del Alto Guadalquivir cordobés, reconociendo así una labor ancestral que durante siglos ha mantenido a la población en las zonas rurales. La actuación de los cuadros de baile de Katy Reyes y Sebastián Marín sobre el escenario de esta fiesta causaron la admiración de los asistentes, quedando patente el amor a esta tradición.