-Parece que ‘Tu cara no me suena todavía’ también funciona.

-Sí. Es que al tener esa renovación programa tras programa, la gente viene a hacer un hit y eso le da mucha calidad a la gala y también mucha emoción. La gente viene con lo que le ha llegado al corazón, con un personaje que se ha ido preparando durante muchos años sin saber que existía este programa.

-La fórmula está tan consolidada que se podrían hacer versiones como churros.

-¡Hombre!, siempre hay que ser humildes, trabajar duro y ser muy precavido, porque nunca sabes cómo van a funcionar las cosas. En televisión dependes no solo de cómo lo haces tú, sino de a quién tienes enfrente. Nosotros tratamos siempre de hacerlo lo mejor posible semana tras semana y temporada tras temporada. Y esto no es una excepción.

-¿Les ha sorprendido lo bien que ha ido la última temporada de ‘Tu cara me suena’?

-Sí, pero recuerde que la anterior fue una superedición, la más vista, y todo el mundo decía que no se iba a poder superar. Y la hemos superado. Lo que pase con la competencia nos da igual.

-¿Se sienten orgullosos de haber derrotado al histórico ‘Sálvame Deluxe’ y haber provocado su huida al sábado?

-Si piensas en la gente que curraba allí, pues seguramente te sabe mal, porque al final todos somos compañeros. Pero, a nivel particular, estoy muy feliz de hacer el tipo de televisión que me gusta.

-¿Le ha sentado mal quedarse sin vacaciones por este show?

-La verdad es que mi vida personal está muy ligada también a este formato, porque tengo una banda de rock con la que me transformo en Bruce Springsteen. Eso me hace ser consciente de la dificultad de los concursantes. Lo digo para que se vea que esta es una pasión real en mi vida. Poder entenderles a todos y poder estar en un programa que permite jugar a eso hizo que desde el minuto uno yo creyera en él. Ahora hablamos de la edición más vista, pero cuando empezamos, Santiago Segura no quería quitarse la barba en el primer programa porque decía que iba a durar dos días. Yo le contestaba que íbamos a durar más y que tuviese confianza. Trabajar más es un privilegio cuando te gusta lo que haces.

-¿Le ha sorprendido el gran nivel de ‘Tu cara no me suena todavía’?

-El trabajo de casting es clave. Hemos visto la generosidad de la gente que quiere el programa y que nos pedía a gritos una edición de anónimos. Este programa les ha dado esa oportunidad y el trabajo de todo el equipo es hacer esa criba para que los 70 artistas tuviesen un nivel aceptable para salir en un programa de tele y funcionar. En el caso de Tu cara me suena, empezaron los que estaban porque había muchos que no querían venir. Me acuerdo del miedo general que había a pegarse un leñazo. Pues no, al final demostramos que ese espacio se podía conquistar. Y hoy día hay muchísimos famosos que quieren venir al programa.

-¿Qué concursante le ha impresionado más?

-Lo que más me fascina es cuando alguien sorprende al propio artista imitado. Mi historia personal arrancó en la radio, en la COPE, y de repente fui a un programa de televisión en el que estaba Cruyff y tenía que imitarle. Pero ese día imité al final a Stoichkov cuando nadie le imitaba. Y así llamé la atención de todos. Cuando ves que Alejandro Sanz envía un tuit diciendo que el tío que le ha imitado lo hace perfecto…

-¿Suelen coincidir sus preferencias con el criterio del jurado?

-No. Lo bueno es que no tengo que contar cuáles son mis gustos. Entiendo la dificultad que tienen ellos. Pero sí ha habido galas de Tu cara me suena en que yo igual les hubiera puesto otra puntuación. Yo estoy muy cerca de los concursantes.