La cantaora de El Carpio Isabel Jurado ha sido la ganadora del premio Fosforito al cante en el Certamen de Jóvenes Flamencos 2018 organizado por el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ). A sus 28 años, esta artista carpeña lleva una década ya mostrando su arte por España y en otros muchos países como Brasil, Italia o Portugal. Pero aún tiene un largo recorrido por delante.

-¿Cómo está después de recibir el premio ‘Fosforito’ al cante?

-Muy contenta porque es un reconocimiento al trabajo que llevo hecho hasta ahora. Empecé a cantar con 18 años y 10 años después, he ganado el premio y es una gran satisfacción.

--En una carrera relativamente corta, ha estado en numerosos eventos como Iznájar, una gira itinerante por Segovia, Brasil, Roma o Portugal, entre otros.

--Sí. Este premio te sube un poco más el caché, es un paso más. La carrera del cantaor es larguísima. Entonces, me queda todo, toda la vida por delante. Pero es verdad que ganar el premio, ser joven flamenca, representando a Córdoba, es un lujo.

--Habrá recibido muchas felicitaciones en estos días.

--No he parado de recibir mensajes y llamadas y todavía lo sigo haciendo, pero estoy muy agradecida por todo ello.

--¿Qué puede aportar este galardón para tu carrera?

-Por suerte, nunca me ha faltado el trabajo, pero realmente llevo viviendo del flamenco desde hace tres o cuatro años, aproximadamente. Empecé y voy de menos a más, cada vez me llama más gente, voy trabajando con más personas y teniendo más actuaciones en más sitios. Es un reconocimiento, sí, pero es solo un punto y seguido. Hay que seguir trabajando, estudiando, formándose, el flamenco es muy amplio y hay que seguir estudiando todos los cantes. Ahora mismo estoy a lo que venga.

--¿Ha podido hablar con algunos compañeros que hayan participado en el certamen de jóvenes flamencos anteriormente?

--En nuestro círculo de amigos, tengo muchas personas que tienen ya ese premio. Es una gran oportunidad porque nos han abierto nuevas actuaciones en pueblos diferentes y sirve para que nos conozcan en esos pueblos y, sobre todo, los presidentes de las peñas de esos pueblos. Yo todavía no estoy muy metida en las peñas y no he empezado a hacer ese recorrido. Y mis compañeros me comentan que gracias a ese premio han podido entrar en el mundo de las peñas y los festivales. A medida que te van conociendo, te salen más actuaciones. Por ejemplo, si voy a la peña flamenca de El Carpio, allí van presidentes de otras peñas y posteriormente te llaman para sus peñas. Es una ocasión para darte más a conocer.

--Es necesario que entren más jóvenes en el flamenco no solo como cantantes o bailaores, sino también como aficionados.

--Concursos como el Certamen de Jóvenes Flamencos contribuyen a ello. Es un concurso en el que no puede quedar ningún premio desierto, por ello hay gente que se presente que piensan que no dan el nivel y sí lo dan. En mi caso, yo nunca me imaginaba conseguir un premio cantando. Cuando empecé a cantar, iba a ver el certamen y pensaba que eso estaba muy lejos y nunca me imaginaba que no solo me presentaría, sino que ganaría un premio. Y por eso se deben hacer este tipo de concurso para motivar a los jóvenes y el flamenco es eso. En Córdoba tenemos gente muy buena que hace cosas interesantes, yo tengo muchos bailaores en Madrid y cantaores, con mi edad, que se codean con los mejores. Y en esta ciudad se puede ver flamenco en cualquier rincón durante todos los días del año.