España es un país de cine: ciudades y municipios han sido escenarios de películas muy relevantes y si en algunas es parte del guion, como Barcelona en la película de Vicky Cristina Barcelona de Woody Allen (2008), en otras la magia del cine nos hace creer que los páramos y los bosques de Castilla son Siberia, como en Doctor Zhivago (1965) de David Lean.

El impacto de un rodaje en un lugar depende de su tamaño: en Barcelona o Madrid pasa prácticamente desapercibido para la mayoría de sus habitantes, pero en lugares más pequeños supone un antes y un después en la vida de esos pueblos. Guadalix de la Sierra (Madrid) aún recuerda cuando Luis García Berlanga decidió, en 1952, rodar allí Bienvenido Mister Marshall, o en Campillo de Dueñas (Guadalajara), cuyo castillo de Zafra forma parte de la sexta temporada de Juego de tronos y revolucionó a su centenar de habitantes en 2016.

Pero no solo ese pequeño municipio aparece en Juego de tronos; en la quinta, sexta y séptima temporadas aparecen numerosas localidades españolas: desde el castillo de Santa Florentina (Canet de Mar. Barcelona), al puente romano de Córdoba y el castillo de Almodóvar del Río; los Reales Alcázares, los jardines de Murillo y la Plaza de España de Sevilla o la Torre de Mesa Roldán en el Cabo de Gata; la Alcazaba de Almería, el castillo de Peñíscola, las Bárdenas Reales, Girona, las costas de Euskadi, el castillo de Trujillo o San Juan de Gaztelugatxe (Vizcaya).

Varias comunidades y ayuntamientos se han integrado en la red Spain Film Commission, un organismo creado con los objetivos de proyectar la imagen de las administraciones adheridas dentro y fuera de España y atraer a productores al territorio para que utilicen sus localizaciones como lugar de rodaje. En su web exhiben fotos de algunas de las producciones nacionales e internacionales que optaron por España y una de las más conocidas es Pandora y el holandés errante, de 1951, dirigida por Albert Lewin, con James Mason y Ava Gardner, en la Costa Brava, aunque la primera que se rodó fue en 1916: La vida de Cristóbal Colón, de Gérard Borgeois, en Barcelona.

Según este organismo, en la mayoría de los territorios hay una devolución de impuestos del 15% con un límite por persona de 50.000 euros y de todos los gastos derivados de la utilización de industrias técnicas del audiovisual y otros proveedores cuando los costes asciendan como mínimo a un millón de euros. La deducción no puede exceder de los 2,5 millones por producción y el importe total, del 50% del coste de producción. En Canarias, esa devolución llega al 35% y la rebaja no puede sobrepasar los 4,5 millones por producción, mientras que en Navarra la desgravación, también del 35%, será para rodajes de más de una semana y cuando sobrepasen el año permitirá una declaración parcial.

El reconocimiento internacional de los profesionales, los escenarios naturales, las condiciones meteorológicas y los beneficios fiscales, son los principales factores que explican «el éxito» de España para acoger producciones cinematográficas y televisivas extranjeras en su territorio, reconoce el Gobierno en una respuesta por escrito a una pregunta planteada por el senador del PP Agustín Almodóvar. Según el PP, el Ejecutivo trabaja en mejorar el sistema de beneficios, para potenciar el rodaje de películas y series y el Plan Cultura 2020 incluye entre sus objetivos la mejora de la fiscalidad de la cultura en todos sus ámbitos, incluido el cine y las artes audiovisuales. Almodóvar afirma que «el objetivo» es atraer el rodaje en España, y por eso se contempla el desarrollo del programa España, plató de cine, que incluirá una ventanilla única para todos los trámites administrativos e informe de las ventajas de rodar aquí. Entre los directores que han rodado en España destacan Ridley Scott, con Exodus (Fuerteventura y Almería) o El reino de los cielos (Huesca, Córdoba, Segovia, Sevilla y Ávila) y Steven Spielberg, con Indiana Jones.