-Define a Francisco como el Papa de la alegría. También conoció a Juan Pablo II y a Benedicto XVI. ¿Cómo los definiría?

-Benedicto XVI era el Papa de la verdad. Era un científico. Juan Pablo II, el Papa del valor. Era un valiente.

<b>-Cuénteme algo de este Papa que no sepa nadie.</b>

-Muy pocos saben que es un rescatador nato que salvó la vida a decenas de mujeres y hombres durante la guerra sucia en Argentina. Era el Schindler de Buenos Aires.

<b>-Además de alegre, dice de Francisco que es organizado pero que actúa impulsivamente.</b>

-Sí. En muchas cosas inmediatas actúa instantáneamente movido por el corazón, pero es un intelectual reflexivo que tiene planes muy largos a largo plazo.

-El Papa ha revolucionado el Vaticano. ¿Cómo se percibe allí?

-Los funcionarios del Vaticano se han dado cuenta de que Francisco no sigue su manual sino otro mucho más antiguo, el de los hechos de los apóstoles.

-La escena mundial hoy no es la mejor. ¿Cómo influye el Papa para que no se rompa ese equilibrio imposible, ahora además con Donald Trump en el poder?

-A corto plazo y con urgencia, salvar a los refugiados. A medio, poner fin a esta cadena de guerras, de vidas e intereses económicos.

-Asegura que el Papa Francisco sorprende y desconcierta. ¿Visto desde dentro y desde fuera son la misma persona?

-Absolutamente. El Papa Francisco, que cualquiera puede ver en público, es el mismo que en privado. La diferencia es que su cariño te toca a más.

-En sus viajes, en sus dotes de comunicación, para mí tiene mucho en común con la imagen de Juan Pablo II.

-Sí, porque utiliza el mismo lenguaje que es el del Evangelio, el de las parábolas, el de los gestos y el del corazón.

-En sus relaciones con los periodistas, ¿es más transparente que otros?

-Es totalmente transparente. En conversaciones privadas con cada uno de nosotros en el vuelo de ida no hay límites, y en las conferencias de prensa del vuelo de regreso tampoco. Trata todos los temas con la mayor naturalidad.

-¿Lo más novedoso de su pontificado es la importancia que pretende darle a la mujer?

-Sí. En este sentido, también vuelve al espíritu inicial. A Jesús le seguían muchas mujeres que eran parte muy importante de su misión de evangelizar.

-Designó como viceportavoz del Vaticano a la periodista española Paloma García Ovejero. ¿Un guiño a la mujer?

-Un guiño, en primer lugar, a la calidad profesional. Paloma es una gran periodista. Un guiño a las cualidades humanas. Paloma es una excelente persona. Naturalmente, es mucho mejor tener a una mujer que habla por primera vez en nombre del Papa.

-Al Papa le avergüenza que el Banco del Vaticano administre el dinero de forma opaca. ¿La lucha contra el fraude fiscal es o puede ser su guerra perdida?

-Es una guerra ganada. Una guerra que abrió Benedicto y que Francisco ha logrado vencer. Ha echado ya a los ladrones.

-A diferencia con sus antecesores, el Papa Francisco se ha mostrado enérgico contra los abusos a menores. ¿Por qué la Iglesia siempre miró a otro lado cuando se habla de estos temas?

-El Papa Juan Pablo II era ya muy mayor y enfermo de párkinson y tenía colaboradores que le ocultaban la gravedad del problema. El Papa Benedicto hizo mucho más de lo que se sabe. Expulsó del sacerdocio cada año a 300 o 400 sacerdotes que abusaban de menores. El Papa Francisco ha subido a otro nivel. Está cesando a los obispos que están siendo negligentes en hacer frente a este delito y esta vergüenza.