Todas las butacas de El Silo se ocuparon para disfrutar de una gran iniciativa en la que participaron más de 130 cantantes, actores y músicos

Más de 130 participantes vinculados al conservatorio profesional de música Marcos Redondo de Pozoblanco entre alumnos, profesores y padres, junto con la coral de la Peña Marcos Redondo y el grupo de teatro Jara han hecho posible la puesta en escena de la zarzuela El dúo de la Africana , que siguieron los 800 espectadores que llenaron en la noche del viernes el teatro El Silo.

La directora del centro, Mari Carmen Alcántara, destacó lo ambicioso de la iniciativa: "No creo que haya muchos conservatorios que se hayan embarcado en montar una zarzuela como hemos logrado en Pozoblanco". Alcántara afirmó que la idea surgió del profesor de coro Narciso Perera y que el reparto de las partituras y de los papeles se inició tras las vacaciones de Navidad, empezando después los ensayos por grupos. La idea fue acogida con entusiasmo tanto por el profesorado como por los alumnos, según explicó Mari Carmen Alcántara, que se mostró muy agradecida por la respuesta del público y por sus elogios hacia este proyecto y a la puesta en escena. La directora del centro agradeció el patrocinio de la Fundación Ricardo Delgado Vizcaíno y la colaboración del Ayuntamiento de Pozoblanco.

La elección de El dúo de la Africana , una zarzuela en un acto y dividida en tres cuadros estrenada en Madrid en 1893, obedeció a su carácter cómico, ya que relata cómo una humilde compañía, cuyo empresario Querubini tiene como lema ahorrar al máximo y no pagar a nadie, se prepara para cantar una ópera.

Salvo el tenor Angel Luis Molina, el resto de participantes son amateurs aunque no lo parecieran en el escenario. Así, Mercedes Amaro, que interpreta a la soprano Antonelli, es alumna de primer curso de grado elemental y Alfonso Herruzo, otro alumno, se ha encargado de representar a Querubini. Los padres de los alumnos se encargaron de confeccionar el vestuario, el coro fue el del conservatorio, junto con la coral Marcos Redondo, y la orquesta también fue la del centro, bajo la dirección de Francisco Navarro. Los espectadores tributaron a todos un largo y merecido aplauso.