El pasado mes de junio el Ayuntamiento de Córdoba aprobó implantar un censo de ADN canino en el municipio. El catedrático de la Facultad de Veterinaria y presidente del Colegio de Veterinarios de Córdoba, Antonio Arenas Casas, aclara en esta entrevista lo que es y para qué sirve este censo de ADN.

-¿Qué es un censo de ADN canino?

--En teoría sería la identificación y el recuento de los perros existentes en el municipio de Córdoba utilizando técnicas de identificación molecular, en concreto detectando determinados marcadores del ADN canino.

-¿Y qué ventajas tiene sobre el sistema actual basado en microchips?

--Como sistema de identificación animal, las pruebas de ADN tienen más desventajas que ventajas. La identificación debe ser un proceso sencillo, rápido, seguro, barato y efectivo. El microchip tiene todas estas ventajas, sin embargo, la única ventaja de las técnicas de ADN es que son seguras, y a veces, ni eso. En el perro, la concentración de su genética para conseguir fijar las razas ha hecho que su variabilidad genética sea escasa y las elevadas relaciones de parentesco entre animales hacen disminuir la eficacia del sistema.

-¿Es más caro el ADN que el chip?

--Mucho más. Las pruebas de ADN cuestan al propietario de los perros entre 35 a 50 euros , según la localidad, además de la implantación del microchip, que es obligatorio en Andalucía desde 2003.

-Entonces, si no tiene las ventajas del chip y además es más caro ¿por qué los ayuntamientos quieren implantar este sistema?

--Está claro que es con fines disuasorios. Si fuera por motivos de identificación no se hubieran dejado fuera a gatos, hurones y otros animales de compañía, que sí están debidamente identificados con microchip. Los motivos disuasorios van dirigidos a aquellas personas que dejan insolidariamente los excrementos de sus mascotas en la vía pública, suponiendo solo un 3%. El resto son propietarios responsables que deberán gastarse un importante dinero, generando un gasto que creemos innecesario.

-Ha dicho que la prueba puede llegar a costar entre 35 a 50 euros. Entonces, teniendo en cuenta que en Córdoba hay más de 86.000 perros, sería una buena inyección económica para sus colegiados ¿no?

--Bueno, esto sería solo una parte, ya que la otra es para el laboratorio donde se hace la técnica. No obstante, no creemos que las técnicas de ADN vayan a solucionar el problema de los excrementos en los espacios públicos, como sigue ocurriendo donde ya se ha implantado, adoleciendo, además, de muchos inconvenientes logísticos y técnicos. Por ello, ética y deontológicamente los veterinarios no estamos de acuerdo con su aplicación como método de identificación, ya que va en detrimento de nuestros animales y de la economía de los propietarios responsables, que son la inmensa mayoría.

-¿Entonces considera que somos más responsables que antes?

-Sin duda, pero aún existen propietarios insolidarios que no recogen las heces de sus mascotas. Suelen ser varones adultos. Las mujeres suelen tener una mayor conciencia y responsabilidad sobre las mascotas.

-A parte de la suciedad ¿qué problemas pueden tener las heces de los perros en las calles?

-Algunos problemas de salud relacionados con las enfermedades que nuestras mascotas pueden transmitir por sus heces, tanto a otras especies animales como también al hombre. En Córdoba los perros censados liberan unas 10 toneladas de heces cada día.

-¿Existen otras alternativas al ADN para evitar cacas de perro en las calles?

--Sí. Al tratarse de un problema global, muchas son las soluciones como la educación, pero no hay ninguna efectiva por si sola, y por supuesto no los censos usando técnicas de ADN.