Como cada 28 de diciembre, la Plaza Real de Fuente Carreteros se volvió a llenar de vecinos y visitantes para disfrutar de la Danza de los Locos y del Baile del Oso. Son ya 35 años ininterrumpidos de celebración desde que en 1982 se recuperase esta tradición popular tan singular y pintoresca que constituye la seña de identidad por antonomasia del núcleo colono.

Para los protagonistas la jornada comienza bien temprano pues la tarea de vestirse es laboriosa y necesitan la ayuda de varias personas, normalmente mujeres mayores del pueblo con gran experiencia en estas lides. Las dependencias del Ayuntamiento se utilizan como camerinos y mientras tanto el ambiente va in crescendo en torno a la plaza, donde se invita al público a pestiños y aguardiente. Más de veinticinco kilos se elaboraron la tarde anterior por las vecinas.

Pasadas las doce la mañana, el estruendo de los trabucos avisa de la salida del grupo de danzantes y músicos, que se encaminan hacia las puertas de la iglesia, primer escenario para abrir el baile. Posteriormente, desarrollan otros tres pases en el centro de la plaza y durante el último irrumpe en la escena el oso y su domador para representar el llamado Baile del Oso, cuyo significado de antaño es espantar los malos augurios para que el año que comienza sea próspero y con abundantes cosechas. El oso es llevado por las calles atado con una cuerda mientras el domador toca un pandero para llamar la atención y le golpea para que dance, salte y se revuelque.

El Baile de Los Locos es una danza muy singular y pintoresca cuyos orígenes no están determinados. Según algunos investigadores, evoca la matanza de Herodes, que mandó asesinar a todos los recién nacidos el día que con el tiempo se proclamó como de los Santos Inocentes. Otras teorías asocian el origen del baile a la festividad centroeuropea de San Nicolás, siendo los primeros colonos llegados de Alemania, Bélgica, Suiza e Italia quienes lo introdujeron en 1767.

La ejecución de la danza se compone de tres piezas, denominadas marías, protagonizadas por seis locos y la loquilla. Los locos bailan tocando las castañuelas, realizando cruces con los brazos muy altos y siguiendo el ritmo del resto de instrumentos (guitarras, pandero, platillos y carrasquiña). La loquilla baila alrededor de la locada, que intenta protegerla con sus giros y movimientos. Desde hace tres años, destaca la presencia en la misma de varios jóvenes gracias a la Escuela de Locos que organiza el Ayuntamiento para que la tradición no se vuelva a perder nunca más.

Entre los alicientes de esta edición, destaca la celebración del primer Concurso de Trajes Típicos Colonos organizado por la Asociación Haciendo Camino, que ha resultado todo un éxito con la masiva participación de vecinos de todas las edades, entre ellos uno emulando al propio Carlos III. El objetivo es mantener y potenciar este certamen de cara al año que viene, cuando se cumplirá el 250 aniversario de la fundación de las Nuevas Poblaciones. En este sentido, el alcalde de Fuente Carreteros, José Manuel Pedrosa, señaló que ya se están preparando actos conjuntos con varias localidades colonas para hermanar tradiciones, como puede ser el caso de los Huevos Pintados de Cañada Rosal y la Danza de Los Locos.

De hecho, otros ayuntamientos como el de La Carlota, La Carolina, La Luisiana o Guarromán han solicitado que Los Locos vayan a bailar a sus pueblos para celebrar tan señalada efemérides.