El cordobés Álvaro Salazar se alzó ayer con el primer premio en el Concurso Cocinero del Año, celebrado en Alimentaria 2018, la feria de la alimentación de Barcelona.

Auspiciado por Martín Berasategui, ocho estrellas Michelin, quien además presidió el jurado, el de Cocinero del Año es uno de los concursos más prestigiosos para cocineros profesionales residentes en España.

Entre los miembros del jurado está Jordi Cruz, el popular cocinero de Masterchef, que fue el primer ganador de este concurso, allá por el 2006. Poco tiempo después fue galardonado con dos estrellas Michelin. Muchos otros participantes han conseguido estrellas Michelin después de ganar el concurso Cocinero del Año.

No es el caso de Álvaro Salazar, que en el 2017 obtuvo su primera estrella Michelin al frente del restaurante Argos, en Port Pollensa (Mallorca), que dirige en la actualidad, tras una intensa y brillante carrera profesional que se inició en Córdoba.

Aunque nacido en Linares, Álvaro Salazar, de 32 años, se formó en Córdoba, donde su familia regenta el restaurante La Sastrería, en la Puerta del Rincón, y también una tienda de ropa, Médula, en la calle Claudio Marcelo. Álvaro estudió en la escuela de hostelería del IES Gran Capitán. Uno de sus destinos en prácticas fue el restaurante Tragabuches, en Ronda, con una estrella Michelin. Luego, regresó a casa, y formó parte de la apertura del hotel Palacio del Bailío, el primer cordobés de cinco estrellas.

Ayer, tras recoger el premio Cocinero del Año en Alimentaria, Salazar dijo a la prensa que había sido una sorpresa, pues «no estaba muy contento con lo que había hecho». Pero se mostró muy satisfecho con un galardón por el que ha competido con cocineros de toda España. Tras una serie de fases, llegaron a la final los ocho mejores chefs, representantes de las regiones donde están ubicados sus restaurantes. En su caso, toda la zona de Baleares, Cataluña y Valencia.

Pero si hubo alguien que se mostró orgullosa y contenta por el premio, esa fue Marisa Almansa, la madre de Álvaro. «Aunque es muy joven, tiene una carrera muy brillante y este es un premio muy importante», señaló Marisa, quien aprovechó para reivindicar la condición de cocinero cordobés de su hijo, por formación y por vínculos familiares. Un chef cordobés que triunfa fuera, llevando allá donde va muchas de las cosas que aprendió en su tierra.