A lo largo de todo este tiempo, esta librería combinaba los manuales y estudios de humanidades con libros para turistas venidos del extranjero

Un rincón de la plaza Cardenal Salazar, en el barrio de la Judería, echa el cierre el próximo 15 de julio. Se trata de la Librería Andaluza, un lugar de referencia para los estudiantes de las cinco carreras universitarias que acoge la Facultad de Filosofía y Letras --Geografía, Historia, Arte y Filología Hispánica e Inglesa--. Un lugar en el que, desde el momento en el que se cruzan sus puertas, te lleva a otro tiempo anterior. Sus estanterías de madera clásica y las diversas colecciones de libros que alberga --algunos de principios del siglo XX como una colección de obras de teatro-- refleja el paso del tiempo. Cuatro décadas dan para muchas vivencias y anécdotas.

En un congreso sobre el nuevo humanismo, "tuve el gusto de conocer a la Reina doña Sofía y me compró varios libros; a ella le gusta mucho la arqueología, el barroco y el mundo contemporáneo", insistió Mariano Pérez de la Concha, propietario de esta histórica librería, que se jubila después de que comenzara a trabajar en la misma en 1971 como empleado.

El tipo de cliente más asiduo que ha acudido a esta librería durante su periodo de actividad eran los estudiantes que compraban manuales de Historia o Lengua y Literatura "para consultar información vinculada a los trabajos de clase". Pero también acudían profesores para "tener libros en sus departamentos o en su lugar de evasión".

Pero el discurrir del tiempo cambia los hábitos y la revolución tecnológica ha tenido mucho que ver en esos cambios. Como cuenta el propio Pérez de la Concha, entre las décadas de los años 70 y los 90, los estudiantes "tenían un perfil clásico" venían a la librería y pasaban horas buscando los libros, manuales o estudios que querían. Pero a día de hoy, los "estudiantes de ahora" trabajan con fotocopias y la información "la recopilan de internet". Aunque en estos tiempos hay una cantidad inmensa de contenidos sobre cualquier tema, "el contenido que figura en el papel refleja el trabajo realizado por un equipo de personas que han dedicado mucho tiempo a documentarse, antes de realizar su obra", explicó Pérez de la Concha.

Pero en este lugar hay espacio para libros de otras temáticas como arqueología, ensayos o guías de turismo, entre otras. Muchos libros han viajado a otros países del extranjero como Francia o Alemania, ya que los turistas que visitaban la Judería veían en esta librería un lugar "donde no solo encontraban guías de fotos", sino también libros sobre el mundo islámico, el judío o "trabajos o estudios serios y científicos sobre la Mezquita y otros enclaves históricos de la ciudad; pasaban muchas horas en la librería y pasados unos días o semanas, se los enviaba por correo", recuerda el propietario de este almacén de conocimientos e historia que, con motivo de su cierre, se encuentra en fase de liquidación con unos precios que rondan entre el 70% y el 80% de descuento.