Si Felipe II empleó al caballo andaluz o pura raza española --creado y criado en las Caballerizas Reales de Córdoba-- en el mundo de la diplomacia, como elemento preferencial en su relación con las cortes del Viejo Continente, causando con ello admiración, en la actualidad estos animales siguen despertando el asombro en los cuadrilongos de competición y en las pistas de las principales ferias y escuelas europeas. Una prueba de ello es la trayectoria de Córdoba Ecuestre en Europa, tanto con el caballo español como con otros ejemplares característicos en Andalucía, los caballos cruzados utilizados en las faenas del campo con las reses bravas, también caballos que conforman la cultura ecuestre española.

Córdoba Ecuestre recibió su bautismo europeo en el templo de la equitación, la Escuela Española de Equitación de Viena, un 13 de octubre del 2011, junto a los jinetes austríacos y a los franceses de Le Cadre Noir de Saumur. Siguió su presencia por las naciones de la Unión Europea con sus actuaciones en Italia y Francia; y es precisamente en el país vecino, en el que la cultura ecuestre forma parte de la esencia francesa, donde los jinetes cordobeses han actuado en Saumur, París, Tarbes y Nimes.

En estas ciudades, tanto caballo como flamenco, baile y equitación clásica de la asociación cordobesa han causado impresión. Y la singularidad de los números que componen Pasión y duende del caballo andaluz --el espectáculo de Córdoba Ecuestre--, la plasticidad de los aires de la doma vaquera, la vitalidad del cante flamenco y la viveza y dinamismo del baile andaluz llamaron la atención de la familia Galle, Maurice y Fabien, padre e hijo, responsables de uno de las principales ferias del caballo europea y la más importante en lo referente a los espectáculos ecuestres a nivel mundial, el Cheval Passion de Aviñón, evento creado por Avignon Tourism y la Asociación para el Desarrollo y la Promoción de las Artes Ecuestres.

Tras visitar y conocer el espectáculo cordobés en Caballerizas Reales, durante la celebración de Cabalcor, los Galle, el año pasado. quedaron impresionados por la coreografía de la garrocha de los jinetes cordobeses y su relación con el flamenco.

Aquí comenzó la nueva aventura europea del 2017 de Córdoba Ecuestre --que continuará en este año con su presencia en más capitales de este Viejo Continente, pero siempre nuevo en cuanto a la equitación se refiere--, con la invitación para asistir al evento de la ciudad provenzal francesa. Aunque con una condición, al igual que para todos los participantes en este certamen, a los que no solo se le exige calidad, sino un número singular nunca representado, exigencia que abarca también a los prestigiosos jinetes de Le Cadre Noir de Saumur, que en esta ocasión han llevado a la pista del Parc Expo de Aviñón su elogiado número de paso de dos, pero a los sones de un vals y una pareja de bailarines. Córdoba Ecuestre ha puesto en escena un número de seis garrochistas con dos bailaoras y música flamenca, aunque sin tablao, mostrando la esencia del flamenco sobre la misma arena aviñonesa. Todo ello derivado de la exigencia francesa, basada en la originalidad ecuestre pero bajo un concepto centroeuropeo: flamenco y doma vaquera con una correcta ejecución ecuestre, que recibió numerosos aplausos durante la representación de la Gala des Crinières d’Or, fundamentalmente por la «sincronización, coordinación y estética» de los jinetes de Córdoba Ecuestre, según el gerente de la asociación cordobesa, pieza fundamental en el éxito europeo de este proyecto que une caballo y Córdoba, y el reconocimiento de los Galle .

Personalidad andaluza, arte cordobés y caballo español para continuar con el sueño de un monarca español con sangre centroeuropea.