Una jornada brillante vivieron los lucentinos y visitantes ayer con motivo de la Bajada de su patrona, la Virgen de Araceli, que volvía a trasladarse en procesión desde el Real Santuario de Aras. A hombros de una cuadrilla de santeros, mandada por Rafael Haro, la Virgen hizo su entrada triunfal en la ciudad entre centenares de personas. Hacia las tres de la tarde salió la procesión del templo serrano. Sin embargo, la jornada festiva, dio comienzo bastante antes para muchos jóvenes que pasaron la noche anterior en sus tiendas de campaña en los alrededores del santuario, y durante toda la mañana, cuando otros tantos se acercaron a la cumbre de Aras. Como es tradicional, una multitud esperaba a la Virgen en la explanada del templo y fue acompañándola a lo largo del recorrido de seis kilómetros que separan este bellísimo paraje del casco urbano de Lucena. Durante toda la procesión no cesaron los cánticos y vivas a la patrona de Lucena y del campo andaluz. Destacar la extraordinaria belleza de la imagen de la Virgen de Araceli, y que fue procesionada en el magnífico trono estrenado hace unos años. A lo largo del recorrido, la cuadrilla de santeros brindó la oportunidad a los romeros de sentir sobre sus hombros el trono. Sin lugar a dudas, fueron unos momentos inolvidables para los que consiguieron durante unos minutos disfrutar de esa santería. La bajada marca el inicio del ciclo aracelitano, que tendrá su máximo apogeo en las fiestas patronales que se celebran próximamente.

La Virgen era esperada por miles de lucentinos a su llegada a Lucena y, como es tradicional, se hizo el relevo de las aracelitanas y la recepción por parte de las autoridades en la Puerta de la Mina, desde donde la acompañan en su recorrido urbano. El acto fue presidido por el alcalde, Juan Pérez; miembros del equipo de gobierno y concejales de los distintos grupos políticos; el hermano mayor de la Real Archicofradía de la Virgen de Araceli, Rafael Ramírez, y su junta de gobierno, así como miembros de los cuerpos de seguridad. Delante de la patrona, su aracelitana mayor, Araceli Dorado Muñoz, y su corte de honor, María del Carmen Campaña Cabezas, Araceli Arévalo García, Araceli Roldán Valverde, Marina Delgado Reyes, Carmen María Almagro Bueno y Rosa María Osuna Cuenca.

Alrededor de las nueve de la noche, hacía María Santísima de Araceli su entrada en la iglesia mayor de San Mateo, donde fue colocada en su altar en presencia de centenares de personas. Ahora la ciudad se dispone a disfrutar de unas fiestas declaradas de Interés Turístico Nacional y que tendrán este año como pregonero al obispo de Bilbao, Mario Iceta, mientras que el manijero de la procesión del primer domingo de mayo, Día de la Virgen de Araceli, será Manuel Roldán Fernández.