Es lo que se lleva este verano, y El perol , al que doy brillo todos los días, necesita estar en la actualidad plena y llena. De ahí el titular, aunque sobre las gafas, si son azules y, además, de espejo, les diré la verdad. Es una manera de ver el mundo de otra forma con la ventaja de que no se ven los ojos que te están mirando, que es donde está toda la verdad. Que ya lo dice el refrán: el ojo que ves no es ojo porque tú lo veas, es ojo porque te ve.

Yo, que ya necesito gafas de cerca y de lejos, me he puesto las de leer para deleitarme en un par de noches con el relato de La boda cautiva que han escrito a dos manos el maestro Julio Merino, que no para, y su aventajada alumna Pilar Redondo. Segunda novela de la trilogía de la reconquista, por más señas, que tengo el placer de recomendárselo para leer este verano.

Vaya mi ramito de violetas de papel para nuestra presidenta Susana Díaz, que acaba de traer al mundo, y en medio de la tempestad política, a su primer niño. Casi tres kilos de peso y toda la vida por delante. ¡Enhorabuena, presi! Cuánto me hubiera gustado dar la noticia en Canal Sur en el programa La tarde, aquí y ahora.

Como disfruto con las informaciones positivas, me agrada comunicar ahora mismo que Julio Iglesias, con el que mantengo un vínculo lejano pero auténtico, recupera su salud pero no le pasa nada grave. Se ha disculpado por no poder cumplir con su concierto de verano en Marbella. Así que a mejorarse, maestro, y a volver a su casa de aquí cerca, a ver si recordamos juntos aquella noche inolvidable que vivimos en la Judería cordobesa.

Isabel Pantoja está en la calle por unos días y hoy celebra su 59 cumpleaños. La he visto salir de la prisión más seria, más hecha, con las piernas al aire como las artistas. ¡Olé, Isabel! ¡Cuánto me gustaría escribir ese libro de tu vida en Alcalá de Guadaíra! Quiero que lo sepas y por escrito. Tengo varias historias en las que trabajo, por ejemplo, mis memorias, que a ver si las cierro de una vez. Pero las dejaría a un lado si te decides. Sé que hay detrás de ti no se cuántos buenos escritores, periodistas formidables, pero a pesar de todo, aquí te dejo mi sueño. Ya sabes dónde estoy, Pantoja, que sé que lees el blog de Hola.com que lleva mi nombre. Editor hay. De dinero, ni hablo siquiera, que sería una ruina por mi parte. Y para empezar... ¡pues ya, reina mora! Mientras tanto me alegra ver a Chabeli y a tu hijo Kiko, con el que coincidí el otro día en el AVE. Llevaba esas gafas azules de espejo con las que he titulado esta crónica de domingo. También me alegro de la continuidad de Teresa Campos con sus felices recuerdos en sus sábados y domingos de nostalgia.

Y termino. Igual trabajo con el periodista Carlos Herrera, cada día más la voz del sur, de verdad, en la radio. Ya veremos lo que ocurre la próxima temporada, en septiembre. Don Carlos sigue pulsando las mañanas en ese paisaje único donde sueña: en el sur del sur. Y con Córdoba tan cerca.