Hace 6 meses que la imagen de Jesús Caído abandonó su capilla de la iglesia de San Cayetano para dirigirse a los talleres de restauración Regespa. Desde allí volvió ayer la imagen. Para la ocasión, los hermanos del Caído han querido que la entrada de nuevo en el templo sea solemne. Así el Señor accedió al templo en una parihuela desde el local de los pasos hasta la iglesia de San Cayetano entre mucha expectación.

Jesús Caído fue ataviado con la túnica morada que bajo diseño de fray Juan Dobado realizó el bordador Francisco Pérez Artés. En cuanto al exorno, lució con varios centros de rosas rojas.

Una vez en el templo comenzó la misa de acción de gracias y, tras la eucaristía, todos los asistentes pudieron contemplar de cerca los trabajos llevados a cabo por los talleres Regespa. Una intervención cuya principal novedad ha sido la recuperación de la policromía original de la imagen, laborioso trabajo que permite ver a la talla en su aspecto original del siglo XVII. Además de esta actuación, se le han reparado distintos desperfectos propios del paso del tiempo para finalmente aplicarle un tratamiento contra parásitos, con el fin de preservar la conservación de la imagen.

Las intervenciones que ayer vieron la luz después de seis meses en el taller Regespa serán pormenorizadas el próximo jueves, tras la finalización del quinario. Será entonces cuando Enrique Ortega, gerente de la empresa de restauración explique el proceso seguido para recuperar la imagen.

Nuestro Padre Jesús Caído, ya de vuelta en San Cayetano, presidirá desde mañana hasta el próximo sábado, todos los días a las 19.30 horas, el quinario en su honor, que estará oficiado por el capuchino fray Ricardo de Córdoba.

Asimismo, el domingo día 26 de marzo la corporación del Jueves Santo celebrará fiesta de regla y durante la jornada la imagen de Jesús Caído estará expuesta en besapiés, una inmejorable ocasión para ver de cerca los trabajos que le han devuelto el esplendor de siglos atrás a la popular imagen de la iglesia de San Cayetano.