Hacía varios años que no se veían en la ciudad nazarenos un Jueves de Pasión, concretamente desde que la hermandad Universitaria se trasladó al Martes Santo.

Un hueco que ahora ocupa, por el momento, la agrupación parroquial de Nuestro Padre Jesús de la Salud, con sede en la parroquia del Carmen de Puerta Nueva. Una aspirante a hermandad que ayer dio lo mejor de sí para poner en la calle a su titular, el Cristo de la Vera Cruz un antiguo crucificado venerado en la parroquia, que recientemente ha restaurado Ana Infante de la Torre. Poco antes de las diez de la noche, la agrupación musical de la Sagrada Cena se abría camino anunciando que la cruz de guía de la joven corporación estaba cerca. Así, a escasos metros se podía ver el primer capirote blanco, uno de los más del centenar que anoche acompañaron al Cristo de la Vera Cruz en su primera salida procesional.

En el interior del templo se oía de fondo el martillo que llamaba a los costaleros; poco a poco se veían los arbóreos que iluminaban al Cristo, cuya pequeña silueta sobre un monte de flor morada quedó enmarcada en la puerta ante la expectación del numeroso público que se congregó para asistir a este histórico momento.

Así, muy lentamente, el paso se iba asomando al dintel a los sones de la banda Caído-Fuensanta.

El Crucificado comenzaba su caminar, dispuesto a llegar a barrios castizos como San Pedro o San Pablo, pasando por la plaza de la Corredera.

Un recorrido que a un tiempo fue cálido y lleno de gente, y en otro más solitario, sobre todo cuando fue avanzando la noche y el frío se hizo notar.

No obstante, las temperaturas no fueron óbice para que la joven corporación de Puerta Nueva diera lo mejor de sí, viendo cumplido el sueño de ver por primera vez a su titular en la calle.