Haciendo frente a la llovizna, la cruz de guía del Vía Crucis 2016 de las cofradías, protagonizado por el Cristo de la Misericordia, encabezado por el obispo, Demetrio Fernández, y con más asistencia que nunca, ha salido a la calle. Las primeras representaciones de hermandades en salir de San Pedro, las del Domingo de Ramos, comienzan a pisar la calle bajo una débil pero constante lluvia, que aún amenaza con suspender el acto.

El Vía Crucis cuenta este año, que está dedicado a los cristianos perseguidos, cuenta con una nutrida representación de cada una de las hermandades de penitencia y de gloria de Córdoba. Más de un millar de participantes en total y tiene un cierto carácter reivindicativo después de que en la asamblea de noviembre de hermanos mayores se acordará dar relevancia a la cita para recordar a la sociedad cordobesa el peso, el legado y la amplia labor social y patrimonial de las cofradías.