Por si no fuera suficiente el mal rato que pasa una cofradía cuando le sorprende la lluvia en mitad de su estación de penitencia se tiene que encontrar como refugio oficial un cobertizo de lo más inapropiado para cobijar el bien más preciado que tienen las cofradías sus titulares. Y es esto lo que se encontró ayer la hermandad de la Entrada Triunfal en el instituto Góngora, un espacio instalado en el patio del citado centro de enseñanza con unos hierros cubiertos de un plástico de lo más cutre. Los responsables de ceder este espacio parece ser que no saben que la cofradía no solo la componen los pasos, sino que incluye el cortejo, por lo que además de adecentar este cobertizo podían habilitar un aula del instituto para el cortejo y enseres de aquellas hermandades que lamentablemente tengan que hacer uso de este espacio. Más aún si la utilización del lugar le cuesta a la Agrupación de Cofradías, es decir a todas las hermandades, la cantidad de 900 euros para que encima los titulares estén en este indigno lugar y el cortejo formado por los hermanos, costaleros, bandas etcétera no tengan más remedio que salirse a un lugar cubierto para refugiarse de la lluvia, lo que implica tener que disolver el cortejo. Así que tomen nota y al menos renueven los plásticos.