No podemos obviar que la originalidad de cualquier pieza del patrimonio artístico de nuestras cofradías, ya sea orfebrería, bordado o talla, radica en el diseño. Trazos de lápiz o ahora también de ordenador, que van plasmando un objeto hasta entonces en la cabeza del diseñador.

El mundo del diseño cofrade en la ciudad ha pasado por distintas etapas, dejando cada una de ellas su impronta. Así, en el segundo cuarto del siglo veinte destacaron figuras como Manuel Mora Valle, al que se debe el primer palio de la Semana Santa cordobesa contemporánea, el palio estrenado por la Virgen de las Angustias en 1937. Destacar también la figura de Jaime Rittón, quien en los años cuarenta y cincuenta trazó para la hermandad de la Caridad uno de los conjuntos bordados más coherentes de la Semana Santa.

Asimismo, señalar a Rafael Díaz Peno, que dejó su obra en los enseres y pasos de la hermandad de la Misericordia con obras tan importantes como el conjunto de palio y manto de la Virgen de las Lágrimas. Antonio Castillo Ariza, con el paso de las Angustias, y Juan Martínez Cerrillo, con obras como el antiguo paso de Jesús de las Penas, cierran la nómina de diseñadores con la que la Semana Santa de Córdoba encaraba los finales años sesenta.

FRAY RICARDO DE CÓRDOBA / La ciudad de Córdoba asiste a lo largo de 1970 a una evidente recuperación del movimiento penitencial que marca el inicio de una etapa de auge y esplendor de la Semana Santa cordobesa en las décadas siguientes.

En estos años 70 destaca el diseño para bordado, donde no podemos pasar por alto la producción del capuchino fray Ricardo de Córdoba, quien en esta centuria comienza su ardua labor dibujística al servicio de las cofradías. Fray Ricardo se estrena en la Semana Santa cordobesa con el diseño del palio y manto de la Virgen del Rosario, comenzado en 1974 y concluido en 1982. Un dibujo donde predomina la profusa utilización de elementos ornamentales conjugados con la tradición iconográfica, elementos que se sucederán en las creaciones del capuchino.

En los primeros años de 1980 la totalidad de las cofradías acometen algún proyecto, en su mayoría salidos de las manos de fray Ricardo. De este modo, el capuchino crea para la ciudad el dibujo del palio de la Virgen de la Encarnación y el antiguo de la Virgen de la Paz o el de la Virgen de la Merced, comenzado en 1985. El diseño que cierra este periodo lo ofrece de nuevo fray Ricardo con el manto de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, bordado por Piedad Muñoz en 1995.

En estos años la talla también está bien representada en lo que a diseño respecta, con obras como el paso del Rescatado, de José Carlos Rubio; el paso de Jesús de la Sangre, de Moreno Anguita; así como el rococó paso de Jesús Nazareno, de las magistrales manos de Andrés Valverde.

En fechas recientes asistimos al trabajo de diseñadores como Julio Ferreira, con obras como el nuevo palio de la Virgen del Amor o el de la Virgen de la Esperanza del Valle, entre otros, o recientemente Miguel Ortíz con la nueva túnica de Jesús de la Redención. No obstante, el diseñador más prolífico de los últimos tiempos es Rafael de Rueda con trabajos como la túnica de Jesús de la Sentencia, la de Jesús de las Penas, el nuevo palio de la Virgen de la Alegría o el nuevo manto de la Virgen de Gracia y Amparo, que avalan el buen momento del diseño cofrade en Córdoba.