La atípica Semana Santa del 2016, con las 37 hermandades camino de la Catedral, una Carrera Oficial (la de siempre) y otra oficiosa (la que se quiere) surgió para reivindicar por las cofradías ante la sociedad y las administraciones su labor y el anhelo de que el templo sea el eje de la Semana Santa cordobesa. Las cofradías ya han dedicado a ello un importantísimo trabajo de planificación, esfuerzo que se multiplicará con renuncias a tradiciones, itinerarios más largos, más gasto... Sin embargo, esta Semana Santa solo será un éxito y servirá a los fines de la cofradías si éstas saben transmitir ilusión al resto de la ciudad, que también se verá sometida a un sobreesfuerzo. Residentes, servicios municipales, etcétera. Sin duda, hay que cuidar más que nunca la comunicación. Que este paso lo va a llevar toda la ciudad y, como bien saben los costaleros, basta con que uno no meta riñones para que el paso no ande igual.