Exalcaldes de la capital cordobesa por IU como Julio Anguita, Herminio Trigo y Manuel Pérez, junto a unas 150 personas, han entregado este lunes en el Ayuntamiento un escrito en el que solicitan que el Consistorio abra un debate ciudadano "lo más amplio posible para corregir los problemas que se han creado" con el traslado de la carrera oficial de la Semana Santa al entorno de la Mezquita-Catedral, y "si no se encuentran soluciones que los resuelvan, considerar la vuelta a la situación anterior", con el paso por la Plaza de las Tendillas.

En dicho escrito se señala que "el traslado de la carrera oficial ha provocado numerosos inconvenientes a los cordobeses, alterado gravemente la convivencia de los vecinos y sometido a una zona muy sensible del casco histórico a una presión innecesaria y lesiva para su mantenimiento y conservación".

En concreto, se apunta que "la ciudad contribuye de forma generosa a que la Semana Santa luzca lo mejor posible", si bien este año con "el cambio sustancial" con el traslado al entorno de la Mezquita-Catedral se "ha alterado profundamente la vida cotidiana de una parte importante del casco histórico y sometido una zona Patrimonio de la Humanidad a una peligrosa tensión, especialmente a relevantes Bienes Culturales como la Puerta del Puente, el lienzo sur y el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral, debido a la instalación de los palcos".

En este sentido, aseveran que "el Ayuntamiento ha satisfecho el deseo de la hermandades y de la jerarquía eclesiástica y ha aceptado el cambio de itinerario, lo que ha supuesto un importante esfuerzo de reordenación de tráfico de vehículos", al tiempo que "los vecinos de la zona han visto seriamente alterada su forma de vida, que ha llegado a suponer un impedimento para acceder a sus domicilios gran parte del día o se han visto obligados a realizar grandes rodeos para hacerlo".

Asimismo, precisan que "la estrechez de las calles de la zona ha provocado aglomeraciones de público que, en ocasiones han dificultado el desfile de las hermandades", aunque advierten de que "ha sido el hecho de impedir el tránsito de los peatones por la carrera oficial lo que ha provocado un gran malestar en la ciudadanía".

Y es que, "sólo se podía acceder si se había pagado un asiento en los palcos", agregan en el escrito, en el que apostillan que "este hecho, sin precedentes, es especialmente grave, si se tiene en cuenta que se estaba privatizando una vía pública, lo que ha provocado algunos conflictos con las fuerzas del orden que impedían el paso", entre otros aspectos que relatan.