Lo apuntó en el acto de ayer el alcalde, José Antonio Nieto, cuando hablaba de la devoción de la ciudad a Los Dolores y lo dejó totalmente claro el hermano mayor de la hermandad, Emilio Molina, cuando en su intervención, entre los agradecimientos, anunció que principalmente "Los Dolores dedican los actos como gratitud a los cordobeses".

Esta es parte de la filosofía del programa de actos, el más denso y variado de su género de los últimos años en el mundo cofrade, que ayer presentaron los responsables de la hermandad servita para conmemorar el 50 aniversario de la coronación canónica de la Virgen, cita a la que acudieron autoridades locales y provinciales encabezados por el alcalde, José Antonio Nieto, y el vicepresidente de la Diputación Salvador Fuentes, todo ello en un acto que condujo Jesús Cabrera.

Al respecto, el regidor abrió el acto recordando la importancia histórica de la hermandad y la implantación de la devoción a La Señora de Córdoba a lo largo de tres siglos, para pasar a hablar de su propia experiencia personal citando incluso su boda ante Los Dolores, que ofició un por entonces "joven cura", el actual párroco y consiliario de la hermandad, Francisco Jesús Orozco.

Precisamente, aquel sacerdote, y hoy también vicario general de la diócesis, fue el encargado en el acto de leer el decreto del obispo, Demetrio Fernández, que fija las condiciones de las indulgencia que se concederá durante el año jubilar autorizado por el Papa Francisco. De hecho, y aunque el programa se iniciará con un concierto de marchas procesionales el próximo día 15, será el obispo el que abra el año jubilar la víspera del Viernes de Dolores, el 26, en la iglesia de San Jacinto. El templo jubilar será el eje de actos especialmente relevantes además de otros escenarios como la catedral durante el traslado y el triduo especial entre el 5 y 9 de mayo o la exaltación que en el Real Círculo de la Amistad correrá a cargo del arzobispo emérito Carlos Amigo.

Por su parte, y en una emocionada intervención, el hermano mayor de Los Dolores agradeció a los cordobeses, a los hermanos, al obispo y al Papa Francisco el trabajo y los reconocimientos recibidos, recordando que los fondos que se recauden con los distintos actos se destinarán a la obra social de la hermandad.