El cofrade Bernabé Jiménez fue ayer el encargado de abrir en la iglesia de la Merced el tiempo de las hermandades de gloria con un sentido pregón.

El pregonero, que fue introducido en el atril por Federico Fernández, fue trazando un paseo imaginario por la ciudad, por donde fueron apareciendo las distintas advocaciones de gloria.

Bernabé Jiménez, a veces sosegado, con un texto sencillo pero elaborado, otras veces exaltado y emocionado, con apasionados versos, fue desgranando un pregón en el que intercaló su palabra con la interpretación de la banda de la Esperanza, así entre el texto se pudieron escuchar marchas como María Auxiliadora, Fuensanta coronada, Rocío y Encarnación coronada.

Un pregón en el que también tuvo cabida la reivindicación, en este caso pidiendo «más atención para las hermandades de gloria». Finalmente concluyó lanzando exaltados «vivas» a cada una de las advocaciones de gloria que levantó el aplauso del público que llenaba la céntrica iglesia de la Merced.

Previo al acto del pregón la Agrupación de Cofradías de la ciudad presentó el cartel de las glorias para este año, una obra de Valentín Moyano donde se puede ver a la imagen de la Virgen del Rayo.

Con este acto comienza el calendario de las glorias cordobesas, cuya primera cita será el próximo domingo 7 de mayo con la Virgen de la Cabeza.