El sol y un buena temperatura invitaron a salir a pasar la tarde fuera de casa, aprovechando que era un domingo. Ni por esas. El Gran Teatro registró una media durante toda la función, aunque hubo altibajos a medida que pasaban las ocho agrupaciones en cartel.

Chirigota infantil 'Los auténticos superhéroes'.

Los auténticos superhéroes abrieron cortinas con un repertorio que hizo agradar al público con dos pasodobles que combinaron emoción y crítica. El primer fue dedicado a sus padres, mientras que el segundo sirvió para denunciar el acoso escolar tantos en los colegios como en los institutos. Esta agrupación cerró la participación infantil en estas semifinales.

La función prosiguió con la comparsa de Encinas Reales El reino de cronos. En su tanda de pasodobles, denunció el problema de la drogadicción entre los jóvenes utilizando la historia de una madre que no puede controlar a su hijo. En su segundo recordaron el contraste entre las personas que emigran de España con la “estupidez” de la televisión, que “da más importancia a un famoso que va a casarse” y refleja “como la gente de fuera es repudiada”. Aspectos que en este país “no tienen importancia”.

Cuarteto 'Pesadilla en España'.

Tras esta comparsa, llegó la seriedad de Alberto Chicote en un nuevo episodio de Pesadilla en España. En su parodia, el cocinero Peluca presumía de la limpieza del local, aunque en la cocina “la cúpula del PP está más limpia”. Tras dos cuplés simpáticos, remataron su actuación con un tema libre en el que un cliente probó un bocadillo al estilo Peluca y le sentó mal. Sebestián le dijo a Chicote que todo el mundo se fue sin pagar, aunque el cliente que estaba malo no sabía si pagaría “porque está tieso”. El cocinero le rogó al jurado un día más para arreglar el restaurante, aunque no es por mi “porque yo estaré colocado siempre”. Final de pellizco para generar los aplausos del respetable.

El ecuador de la función lo puso la comparsa de los pregoneros Fernando Abad y Antonio Ramírez Añete. Con un tipo de detectives al estilo británico del siglo XIX, la comparsa La misteriosa interpretó un primer pasodoble que criticó la actitud de compañeros que si ganan el primero, dejan el concurso y “tiran a Cádiz”. Por todo ello, “venga monstruo hasta luego”. En su segundo, animaron a escribir a Córdoba “sincero y sin miedo”, independientemente de los premios que haya por letras. En su popurrí reafirmaron su encanto hacia Córdoba, “una ciudad en la que no hay casos, nada que investigar”.

Chirigota 'Que bien bailan las hijas de Putin'.

La segunda parte de la función vino con aires moscovitas con la chirigota Que bien bailan las hijas de Putin. La agrupación de Carmen García Koski interpretó dos pasodobles sensibles hacia diversas problemáticas. “El futuro de la humanidad está en manos de un loco, como Donald Trump”. Ante esta situación, “la humanidad poco a poco va cayendo al infierno”. El segundo fue una letra de pellizco para aquellos niños que se enfrentan al cáncer. La segunda parte de su actuación volvió a hacer reír, sobre todo con un segundo cuplé en el que recordaron el parto complicado de su hijo mayor. Agradecieron el trabajo de los doctores, aunque “si el doctor hubiese sido Pedro Funes estaría todavía restando puntos”. La chirigota de Las Niñas concluyó su repertorio con un popurrí con buenos golpes y que también hizo bailar al público.

La última comparsa de la noche llegó desde Sevilla. Los vigilantes mostraron su crítica hacia Canal Sur, ya que Andalucía “es mucho más que tu estrecho programa”. En su segundo fue un canto a favor de aquellas voces “sin voz” que “no llenan salas y pagan sus tipos con el sudor de su frente”. Una letra crítica pero son mucha sensibilidad que recalcó el papel de la “voz de la afición”, que es capaz de “hundir al fanatismo y no se esconde”. Su popurrí combinó cuartetas de fuerzas con dulces melodías musicales. Fue rematado con un final de fuerza en el que refrendaron su premisa principal. “Seré tu vigilante”.

Comparsa 'Los vigilantes'.

La penúltima actuación fue de la chirigota palmeña Bigilanshia 24. La agrupación denunció a aquellos “patriotas” que luego no tributan en España. Les recordó que “patriotas que no están con su gente no son españoles ni aunque estén en la legión”. Estos chirigoteros cerraron su tanda de pasodobles con un mensaje lleno de sentimiento hacia sus madres. “No sabía qué haría si algún día se fuera para no volver a verla más”.

Se acercaba la medianoche y en el Gran Teatro se escucharon ritmos africanos para culminar la sesión. El coro de Espiel La tierra de la alegría, dirigido por Ángel Nevado, no dudó en criticar la actuación del coro sevillano Los del Río en preliminares. “No entiendo cómo no te cantan una letra a ti morena si eres la envidia de Andalucía”. Su tanda de cuplés hizo reír al público presente, sobre todo el segundo que recordó el reencuentro de los integrantes de OT1. Su popurrí tuvo todo tipo de ritmos musicales, que se combinaron con un gran despliegue de voces conjuntadas. El público se marchó con el mismo ritmo africano del comienzo.