La primera sesión de semifinales registró altibajos en el ambiente, aunque no en los repertorios de sus agrupaciones. Abrió la sesión la chirigota El nervios, con su tipo cómico de nerviosos. En el mismo tono de su tipo fueron sus pasodobles encadenados y que hicieron reír, al igual que sus cuplés. Le secundó la comparsa de Rafael Cámaras Luna Llena, que interpretó dos pasodobles con tintes literarios: el primer fue una poesía a Córdoba, mientras que su segundo reivindicó el papel de los donantes de órganos a través de una carta de un hombre que recibió un órgano de otra persona que murió.

Otra chirigota, La comparsa de Córdoba 2.0... volvió realizar una parodia de los tópicos de la comparsa. aunque también brindaron su homenaje a su autor, José Antonio Cabello Villarejo. El ecuador de la función lo puso otra chirigota: Apaga y vámonos. La agrupación de Soto lanzó su crítica hacia "los tontos" que salen en esta fiesta y a las palabras del obispo Demetrio Fernández sobre la fecundación invitro.

El coro de Espiel volvió a poner el ritmo a la función con sus tonos alegres. Reivindicaron la igualdad social y brindaron otra poesía a la comunidad andaluza. Tras una actuación ovacionada por el respetable, Aguilar de la Frontera fue la protagonista con las actuaciones de la chirigota Los que te piden el rescate y La comparsa del director, que estableció una comparición entre la lucha por la supervivencia del pueblo sirio con la "lucha por la libertad" del pueblo catalán. La chirigota Las del Canal-illo volvieron a cerrar otra función con su animado repertorio, que tuvo su momento emotivo en el segundo pasodoble, donde recordaron a capella el maltrato. Sus cuplés y popurrí dejaron buen sabor de boca en el respetable.