Dirección: Darío Jordano Urbano.

Música: Darío Jordano Urbano.

Letra: La Agrupación.

Con el curioso tipo de hermandad rociera de masáis, se presentaron con dos letras de pasodoble vinculadas a la inmigración, aunque con diversos matices. En el primero recordaron la problemática y el trato que sufren los inmigrantes que acuden a la valla de Melilla en búsqueda de un futuro mejor y al ser muchos niños, “vuelven a mi tierra para disfrazarse de soldado y codearse con la muete y la sangre”, pero a Europa “les da igual que mi hijo se muera”. En el segundo, cuentan la historia del amor de su vida, que con un estilo tragicómico, contaron que se conocieron en Adán y Eva, donde presumía de “poder hacer un surco” con su miembro “para plantar la cosecha”. Y tras vivir numerosas experiencias, ella se fue en una patera en búsqueda de un futuro mejor: “que sea lo que Dios quiera, te veré contigo en el paraíso”.

En sus cuplés recordaron la pata de Valentino Rossi a Marc Márquez, y plantearon la posibilidad de contratarlo para la pisada de uvas en la feria montillana, mientras que el segundo estuvo relacionado sobre su peculiar proceso de construcción de una choza. Popurrí con varios puntos durante su camino hacia el Rocío, como el “control férreo” de sus mujeres o las numerosas pérdidas de la ruta.