La comparsa de Rafael Cámaras-Altas pisó las tablas del Gran Teatro Falla con Una comparsa histórica. Un tipo de escritor de la Historia y muy colorido se combinó con un conjunto de voces muy cuidado en la melodía. Bajo el sonido del tic tac sonó la presentación de esta comparsa cordobesa que mostró también la fuerza característica de esta agrupación.

El primer pasodoble estuvo muy ligado a su tipo. Su letra volvió a contar la historia de la civilización humana, pero en esta ocasión quiso recordar todas aquellas agrupaciones de Cádiz que aportaron un matiz histórico, tanto en comparsa como en chirigota. Los Templarios, Los enterradores del siglo XX o Ciudadano Zero fueron algunas de las agrupaciones mencionadas.

En cambio el segundo pasodoble tuvo como mensaje la obsesión de la sociedad actual con la tecnologçia, y en especial con el teléfono móvil. Un mensaje que ha sido lanzado a través de una letra metafórica en la que se cuenta el deseo de un niño de querer ser el móvil de su padre, ya que "siempre iría con él", "miraría por mi energía para que no se agotase" y "guardaría en mi memoria sus momentos". Una letra que el público del Falla supo reconocer.

La tanda de cuplés simpáticos sobre Jordi Hurtado y un curso para mujeres en desempleo dio paso a un popurrí en el que se narraron las Edades históricas, pero haciendo hincapié en los pecados del hombre y las injusticias que han marcado a la Humanidad. Lo hicieron con la ayuda de un gran libro que formaba parte del atrezzo de la comparsa. Estas cuartetas precedieron a un final reivindicativo en el que animaron al ser humano a que escribiera su historia. Pero " todo depende de ti".