Unos siete meses después del inicio de la primera fase de las obras de emergencia que se han venido acometiendo para la consolidación y sujeción de la ladera del entorno amurallado de la Villa, estos ya han llegado a su término en la zona colindante a las calles Ana de la Rosa y Tinte. Así lo daba a conocer el delegado municipal de Patrimonio y Cultura, José Luis Arrabal (PP) junto a Emilio Yanes y Alejandro Cobo, miembros del equipo técnico de arquitectos que han dirigido los trabajos junto a responsables de la empresa pública Tragsa que los ha ejecutado.

En la sesión informativa que tenía lugar en el Cinestudio Municipal y la que siguió una visita guiada sobre el terreno, se puso de relieve que estos trabajos, que se iniciaban en el 2015 con carácter urgente, han perseguido paralizar la regresión de la ladera del entorno amurallado medieval del barrio histórico de la Villa. Estos, han permitido poner fin a la inestabilidad del terreno, mediante la aplicación de una serie de técnicas modernas no invasivas y que de no haberse emprendido, podían haber afectado a las viviendas de las calles Ana de la Rosa y Tinte.

Para ello se ha cambiado la naturaleza del terreno con inyecciones de lechadas de cemento enriquecido con una serie de aditivos, usando para ello un total de 600 toneladas de ese material. Las obras, que han contado con la colaboración de la Diputación de Córdoba, han sido costeadas prácticamente en su totalidad por el Ayuntamiento de Cabra destinando para ello algo más de 1,1 millones de euros.

La segunda fase indicaba Yanes pasará por garantizar la accesibilidad hoy muy difícil de la calle Ana de la Rosa, regenerar el paseo-mirador perdido, consolidar y recuperar el entorno de esas murallas que cuentan con la declaración de Bien de Interés Cultural y permitir el disfrute de esa zona histórica.

Trabajos que serán también de emergencia, que como apuntaba por su parte Arrabal, cuentan con la redacción de su avance y para lo que se solicitarán ayudas a la administración autonómica y central por lo costoso de la inversión, ya que se cifra en 1,3 millones de euros.

Todo ello sin olvidar los que deberán emprenderse en la otra zona de la ladera que linda con el entorno histórico del barrio como así señalaba el propio alcalde Fernando Priego (PP) en la visita que junto al equipo técnico realizó en el mes de noviembre a la zona donde ahora han concluido los trabajos, recordanbdo que su avance ya ha venido ocasionando en los últimos años y también en los últimos meses, problemas estructurales en su conjunto patrimonial conformado por el castillo de los Condes de Cabra donde se encuentra el colegio San José de las Escolapias, la iglesia de Capuchinos, el convento de las Franciscanas y la iglesia parroquial de la Asunción y Ángeles. Actuación para la que se precisa añadía entonces el primer edil, se redacta un estudio previo para conocer qué está ocurriendo y cómo debe afrontarse y para lo que deberá también solicitar ayudas a distintas administraciones por la importante cuantía económica que se precisa.

Una situación para la que se desea llegar a su fin y dar una solución definitiva, pues peligra tanto el patrimonio histórico-artístico del barrio y también la propia seguridad de algunos de sus vecinos afectados por los movimientos de la ladera.