Kerry Daniel, de 35 años, se encontraba pescando en el norte de la costa australiana, en Queensland, cuando fue sorprendido por el ataque de un tiburón toro, considerado uno de los más peligrosos de la especie.

El buzo, que estaba grabando el paisaje submarino con su cámara, captó el momento en el que el tiburón se dirige a gran velocidad hacia él. Afortunadamente, el depredador marino mordió el arpón y se quedó retorciéndose sobre sí mismo mientras el hombre se alejaba rápidamente, ileso, de la zona.

El vídeo de lo ocurrido, subido por el propio buceador en el canal deYoutube Liquid Vision, se acerca al millón de reproducciones en solo dos días.