La Brigada Guzmán el Bueno X de Cerro Muriano ha tomado el relevo de su homóloga extremeña en la base militar de la OTAN en la misión que las Fuerzas Armadas llevan a cabo en Letonia, al relevar a la Brigada Extremadura XI en un acto celebrado en la base de Adazi.

El Estado Mayor de la Defensa ha informado hoy de que durante los últimos cinco días, los miembros del contingente entrante enhanced Forward Presence (eFP) II, perteneciente en su mayoría a la Brigada cordobesa y la Agrupación de Apoyo Logístico (AALOG) nº 21, han recibido las impresiones, así como experiencia, de los componentes del contingente saliente, cuyo grueso pertenece a la Brigada Extremadura XI y AALOG nº 61.

El acto ha sido presidido por el general César Augusto Sáenz de Santamaría Gómez (representante militar nacional en la OTAN), y ha contado con los tenientes coroneles entrante y saliente, el cordobés David Tarifa como representante de la unidad de Cerro Muriano, el embajador de España en Letonia, Pedro Jiménez Nàcher, el jefe de la Brigada X, general Aroldo Lázaro Sáez, y el jefe de la Brigada Letona, coronel Ilmars Atis Lejins.

"La misión que vais a afrontar es de gran trascendencia; se espera mucho de vosotros; y estoy seguro de que vais a seguir la misma línea de los que os han precedido en el puesto", ha dicho el general Sáenz de Santamaría.

De esta manera finaliza el trabajo de siete meses en Letonia de la Brigada Extremadura, cuyos integrantes regresan a su base en Botoa (Badajoz).

Mañana está prevista la llegada del resto del contingente cordobés a tierras bálticas.

La misión en Letonia está integrada por unos 330 militares encuadrados con la OTAN en la frontera con Rusia, en una operación de vigilancia y disuasoria de la Alianza frente a Rusia en las fronteras de Polonia y los países bálticos.

Se trata de la primera vez en la historia que España despliega en el exterior acorazados como el carro de combate Leopard y blindados Pizarro.

El pasado 19 de diciembre, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, visitó a los militares españoles en la base de Adazi, a unos 30 kilómetros de la capital letona, Riga.