Cuando hace años se hablaba de una media maratón en Córdoba con más de 3.000 participantes parecía una quimera. Hoy es una gran realidad. Un buen trabajo de elaboración y la paciencia de ir poco a poco aumentando el número de atletas nos ha llevado al punto en que estamos. Ahora hay 7.000 deportistas y voces que marcan el futuro de la prueba en los 10.000. Sin ánimo de polemizar, prefiero una Media de 7.000 bien organizada que una de 10.000 con incierto futuro y un trato no adecuado a los atletas.

La Media Maratón de Córdoba ya es un referente, una prueba eminentemente popular, llana y apta para lograr buenas marcas, si el tiempo lo permite y las fuerzas aguantan. Para ver que es popular solo hay que echarle un vistazo al listado de premios, poco atrayentes para atletas de élite. Lo que sí está claro es que sin el corredor popular este tipo de eventos tendrían poco sentido. Además, su masiva presencia ayuda al sostenimiento del presupuesto.

La Media, con un recorrido en la mayoría de los kilómetros muy bonito, es una prueba para disfrutarla, no en vano son 21 kilómetros y 97 metros. Esta media maratón tiene un gran prestigio a nivel andaluz y nacional. Por ello, los corredores populares han convertido la misma en una cita obligada en su calendario. Este año, pese a subirse la inscripción en mil dorsales, se acabaron los dorsales rápidamente. Para los corredores cordobeses es todo un objetivo a su alcance terminar la Media, siempre que cumplan con un adecuado plan de entrenamiento. La entrada en la Puerta del Puente, tras pasar los últimos metros de la carrera por el Puente Romano, es sencillamente emocionante. Ahí radica una parte del éxito de este evento que organiza el Imdeco. Esa imagen sin duda quedará en la retina de los que logren finalizar la prueba.

Córdoba volverá a entregar sus calles a esa serpiente multicolor de 7.000 corredores. Démosles la bienvenida, pues se merecen los aplausos y ánimos que todos sabemos dar.