El español Toni Abadía vio realizado su sueño de ganar una medalla en los Campeonatos de Europa al terminar tercero en la final directa de 10.000, por detrás de dos turcos nacidos en Kenia, Polat Kemboi Arikan y Ali Kaya.

La medalla de bronce parecía una empresa factible para muchos de los finalistas, pues el oro y la plata estaban reservados para los turcos, que se disponían a darse un atracón de metales en ausencia del campeón anterior, el británico Mo Farah, que en año olímpico no hizo caso de una pieza menor.

Por ránking, a Toni le correspondía el segundo puesto, pero es que Ali Kaya, a quien el aragonés considera el nuevo Farah, no había corrido un solo 10.000 este año.

En efecto, los dos turco-kenianos pusieron pies en polvorosa antes de la mitad de la carrera, despejando toda incertidumbre con respecto a los dos primeros metales.

La segunda carrera, por el bronce, fue la que ganó Abadía, que supo estar siempre atento en el grupo perseguidor para asestar el golpe en el último giro. Venció Arikan con 28:18.52, Ali Kaya se dejó ir en los últimos metros y cruzó segundo con 28:21.42 y cinco segundos después lo hizo el aragonés (28:26.07). Juan Pérez, sexto con 28:37.42 redondeó el éxito español, y Dani Mateo fue descalificado.

Con 26 años cumplidos hace seis días, Abadía, que fuera campeón de Europa júnior de obstáculos en 2009, ha alcanzado la madurez en el atletismo. Ya ha sido campeón de España en categoría absoluta de 5.000, de 10.000, de cross y de 10 km en ruta.

Hace dos años, en los Europeos de Zúrich, terminó octavo y está inédito tanto en Mundiales como en Juegos Olímpicos, aunque este año debutará en Río gracias a la mínima de 5.000 que obtuvo en mayo cerca de aquí, en Hengelo, con récord personal (13:12.68).