El Córdoba CF vivirá en los próximos diez días uno de los periodos más intensos de su historia reciente. Después de remontar 13 puntos (más el golaverage) en otras tantas jornadas, el equipo blanquiverde aún tiene un largo camino para alcanzar la permanencia un año más en Segunda División. Y para conseguir este reto se necesitan dos cosas: unión entre compañeros e intensidad en el trabajo diario.

Eso se pudo comprobar ayer durante el entrenamiento a puerta abierta tras la jornada de descanso del pasado martes. Desde el inicio del calentamiento lo pedía José Ramón Sandoval: «Vamos a prestar atención a las acciones tácticas», gritaba el de Humanes a sus jugadores. En la primera parte de la sesión de ayer los jugadores ejecutaron un ejercicio que combinaba intensidad en la conducción del balón y precisión tanto en el pase como en el disparo.

Aunque ese grado de intensidad se incrementó durante la segunda parte del entrenamiento. Divididos en tres equipos, los jugadores debían ejecutar jugadas a un primer toque frente a la presión sin balón.

Pero dicha presión fue tal que hubo varios lances que pudieron traducirse en forma de lesión. Así, Sergi Guardiola tuvo que ser atentido tras una entrada. Antes, otros jugadores como Aguado o Reyes, también sufrieron pequeñas molestias que no fueron a mayores. Pese a ello, este Córdoba es consciente de lo que se está jugando en esta recta final y esa intensidad puede ser aplicable a lo que se espera el próximo domingo en el Municipal de Reus ante un equipo intenso en labores defensivas como es el conjunto dirigido por el exjugador blanquiverde López Garai.

A PUERTA CERRADA

El Córdoba continuará hoy con los entrenamientos, aunque ya lo hará a puerta cerrada en el estadio El Arcángel. Ya mañana la plantilla se ejercitará antes de partir por la tarde hacia Barcelona.

PAWEL KIESZEK, AL MARGEN

Una de las notas más destacadas de la sesión de ayer fue el portero polaco Pawel Kieszek, que estuvo durante toda la sesión al margen del resto del grupo, tanto en la parte específica para los porteros como durante la segunda parte con el resto de los compañeros. Desde el club se apunta que el polaco se entrenó de manera específica por precaución para el choque del domingo. Ante este contratiempo, acudieron los porteros Sergio Llamas y Alberto González.