El trabajo lejos de casa toca a su fin. El Córdoba celebra hoy su penúltima sesión de entrenamiento en el hotel de concentración en Benahavís. Realmente será casi la última, ya que la de mañana será de recuperación postpartido y, tras la misma, la plantilla blanquiverde almorzará para viajar después hasta Córdoba, en donde esperan a los jugadores dos días de descanso. En el horizonte, el partido de presentación ante la afición, el martes a las 20.30 horas en El Arcángel, contra el Real Betis, encuentro de acceso gratuito para los abonados mientras que la entrada general costará cinco euros. El último ensayo antes de la puesta de largo ante sus seguidores se celebrará esta tarde, a partir de las 20.00 horas, contra el Atlético Sanluqueño del técnico cordobés Rafael Carrillo Falete y en el que milita Rubén Cuesta y el internacional Dani Güiza.

La sesión de ayer, por lo tanto, fue relativamente relajada. El lunes y el martes fueron días de carga y las sensaciones que transmite el grupo son buenas. El propio Sergio Aguza comentaba ayer que el balance de estos 10 días de concentración «es positivo. Desde que hemos empezado. El equipo se está empezando a conocer» y estos días en Benehavís han sido jornadas «de trabajo muy bueno, muy serio. Los resultados están acompañando, el equipo tiene muy buenas sensaciones y yo creo que vamos a más».

Por lo tanto, la mañana transcurrió con más tranquilidad que las anteriores y ya con la ausencia en el grupo de Alberto Quiles, que viajó a primera hora de la mañana hacia Murcia y fue presentado por el UCAM por la tarde. Carrión, como siempre, dio protagonismo al balón. Rondos y diferentes ejercicios de pase iniciaron la jornada, que finalizó con prácticas de centros y remates a portería. Desde la izquierda solían centrar Víctor Mena, Dani Pinillos o Javi Galán, mientras que por la derecha lo hacían Fernández o Alejandro Alfaro.

Los remates, siempre en parejas. Aguza con Javi Lara, Caro junto a Markovic, Soler y Esteve... Y para completar parejas, Luis Miguel Carrión hizo dupla con Carlos Caballero. Como siempre, la competitividad estuvo presente: a buenos centros y pases, mejores remates. Y cada una de las bandas reclamaba el triunfo que, al parecer -eso no siempre está claro-, fue para los hombres de la banda izquierda por 10 goles a siete. Tuvo incluso que hacer repaso en su chuleta Cristóbal Fuentes.

Una sesión, en cualquier caso, protagonizada por la tranquilidad, el buen ambiente y las contínuas bromas. La más llamativa se produjo al final de la sesión de entrenamiento, protagonizada por Alejandro Alfaro y Pepillo, el utillero del Córdoba que suma ya casi una década y media de trabajo para el conjunto blanquiverde. Una labor no siempre lo suficientemente reconocida y en la que José Pedrosa ya es un auténtico veterano.

Así, el Córdoba vive sus últimas horas en Benahavís tras haber cumplido con el trabajo programado y comprobar sus primeros frutos el próximo martes. Esta tarde, ensayo previo.