El Tenerife no sabe lo que es ganar en El Arcángel, y eso que ha disputado un total de 24 partidos (23 de Liga y uno de Copa) en el coliseo blanquiverde. Los canarios han logrado siete empates, aunque en sus últimas nueve visitas logró puntuar en cinco.

De esos duelos entre el Córdoba y el Tenerife, los visitantes no consiguieron marcar en más de la mitad (14). La victoria más abultada conseguida por el Córdoba fue en la temporada 1956/57, en la que le endosó un 7-4 a los canarios.

Las últimas cinco veces que se encontraron en El Arcángel acabaron con tres victorias blanquiverdes y dos empates. Así, en la temporada 2008/09 el Córdoba venció por 2-0. En la 2010/11, acabó 2-2, en el curso 2013/14, la victoria local fue de 1-0. En la 2015/16 se empató a cero, y la pasada campaña el Córdoba ganó 1-0.

LLEGAN A CÓRDOBA CON BAJAS

El rival de mañana llega a Córdoba con dos bajas sensibles en el ataque. Suso Santana, un peligroso jugador de banda, estará cinco partidos apartados de los terrenos de juego tras su expulsión la pasada semana ante el Granada, tras la que tuvo un cruce verbal con el árbitro. Tampoco estará en El Arcángel Juan Villar, un clásico ariete de la división de plata que marcó diez tantos la pasada temporada con el Valladolid. Villar se encuentra de baja por lesión hasta finales de septiembre.

Para sustituir a Santana, el técnico tinerfeño, Pep Martí, dará entrada en banda derecha a Filip Malbasic, extremo serbio que fichó por los canarios este verano. Malbasic ya debutó ante el Valladolid en la jornada 3, y el último partido ante el Granada salió en la segunda parte y marcó un tanto.

La principal baza del Tenerife es Samuele Longo, que se encuentra a préstamo por el Inter de Milán. El punta italiano marcó 14 goles la pasada temporada con el Girona, club con el que ascendió a Primera, y en esta ya lleva dos goles y una asistencia. A pesar de su estatura (1,86 metros), Longo no está exento de velocidad y habilidad, y disfruta tanto en el juego de área como con espacios, saliendo al contragolpe. Su capacidad de asociación con los compañeros le hace un delantero letal.