Le faltaron apenas unos centímetros para coronarse. Se plantó solo ante Juan Carlos y elevó el balón, pero no lo suficiente y el portero rojiblanco logró evitar el primer gol de José Antonio Reyes como blanquiverde. Quizás la guinda que le faltaba al utrerano para que Sandoval se decidiera por fin a darle la titularidad en Tarragona.

Porque Reyes quiere tomar el mando. El zurdo lleva ya mes y medio en Córdoba y entiende que ya está para asumir los galones que se le presuponían a su llegada a la ciudad. Y lo cierto es que sus últimas actuaciones le dan la razón. La falta que sacó en el Santo Domingo al segundo palo para que Aythami cabeceara casi a placer y lograra el gol del triunfo está al alcance de muy pocos, al igual que el centro que se marcó desde la banda izquierda del ataque blanquiverde para que Sergi Guardiola anotara el pasado domingo su gol número 16 en Liga y el del triunfo ante el Lugo. Incluso en sus primeras apariciones, cuando aún padecía las consecuencias de muchos meses sin competición, su calidad logró suplir sus carencias físicas y ofreció alguna asistencia de gol y pases que dejaron a las claras que Reyes podía ser decisivo en el último tercio de competición. Y así lo entiende tanto él como su entorno, que asegura que está ya listo para la titularidad y ofrecer, al menos, una hora de juego. En la izquierda tiene a Narváez, mientras que en la derecha está Jovanovic. Por lo tanto, detrás de Sergi Guardiola, en su puesto natural en estos últimos años, es donde Reyes puede ofrecer más al conjunto blanquiverde. ¿Será en Tarragona o en el encuentro en El Arcángel contra el Real Oviedo? Dependerá de Sandoval, que ya en estas mismas páginas aseguró que con Reyes «hay que dejar que todo fluya». Desde entonces, todo ha fluido y Reyes, con sus últimas apariciones, ha pedido más protagonismo.