El central del Mirandés, Álex Quintanilla, completó ayer con el grupo la sesión de entrenamiento dirigida por Pablo Alfaro. El bilbaíno se lesionó el 7 de abril en el encuentro disputado ante el Alcorcón, y estuvo entrenando en solitario durante toda la semana pasada, aquejado de una rotura fibrilar en el bíceps femoral de su pierna derecha.

A pesar de haber sido suplente durante buena parte de la temporada, cogió la camiseta de titular durante el mes de marzo y reforzó su puesto tras la llegada de Alfaro al banquillo. Ahora, estará a disposición del entrenador zaragozano para la recta final de la temporada, y en primer lugar para el encuentro ante el Córdoba.

Buscando la complicidad con la afición para tratar de salir del bache en el que se encuentra, el Mirandés decidió realizar todos los entrenos de esta semana a puerta abierta, con excepción del sábado, que realizarán a puerta cerrada antes de iniciar su viaje a Córdoba. Ayer estuvo presente en las gradas de Anduva un grupo de escolares. Los niños tuvieron la oportunidad de saltar al terreno de juego al finalizar la sesión, hacerse unas fotos con los futbolistas e incluso disputar un partidillo en el que participó el entrenador rojillo, Pablo Alfaro.

Por cierto, Alfaro está de celebración, ya que ayer cumplió 48 años. Este es el sexto club que dirige, tras pasar por el Pontevedra, dónde debutó en los mandos, Recreativo de Huelva, Leganés, Huesca y Marbella, antes de recalar en Miranda del Ebro.

Sin embargo, sigue siendo su momento deportivo cúlmen su paso como futbolista por el Sevilla FC. Se convirtió en todo un emblema de los sevillistas, con los que logró un ascenso a Primera División y un título, la UEFA de 2006.