Si hay un nombre que ha destacado especialmente en los últimos días sobre el resto en lo que a protagonistas blanquiverdes se refiere ese es el de José Ramón Sandoval. El de Humanes, además, se ha convertido en una figura mediática: en Vallecas ya amagó con las lágrimas y la escena con trabajadores y aficionados franjirrojos, además de con su propia familia, dieron la vuelta por todas las televisiones. Tras la victoria en Reus, no pudo ya contenerse y se pudo ver a un Sandoval roto y emocionado, lo que provocó que los pocos dudosos con él, si los había, terminaran alineándose con el técnico blanquiverde. Así, la afición da por hecha su continuidad, pero desde la entidad blanquiverde se han mandado mensajes de duda. No es para menos. El Córdoba tiene dos problemas, nada pequeños, para intentar la continuidad de Sandoval en el Córdoba la próxima temporada. El primero es el de las novias que le han salido al entrenador incluso antes de finalizar la temporada. Su remontada no ha pasado desapercibida a nadie y se ha ganado su imagen de técnico ideal para equipos y clubs en depresión. Y en Segunda, si sobra algo, es precisamente eso. Solo hay que mirar al Granada y al Málaga como ejemplos cercanos.

El segundo problema del Córdoba es económico, aunque engancha con lo anterior. Tanto por el trabajo realizado como por el interés de otros equipos, el nivel económico de José Ramón Sandoval ha debido verse elevado en las últimas semanas. Y a cada día que pasa, posiblemente más. De ahí que la reunión pendiente entre el técnico con León y con Oliver, esta semana, deba ser resolutiva. Pero en cualquier caso, no parece que el acuerdo sea fácil. Y desde luego, para alguna de las partes, costoso.