No es, sin duda, el mejor escenario para disputar un encuentro tan determinante, pero es a lo que se ha llegado. El Córdoba recibe al Alcorcón (16.00 horas) con la imperiosa necesidad de ganar para apaciguar la grave crisis que atraviesa la entidad blanquiverde después de una semana en la que lo deportivo se ha intentado pasar a un segundo plano para ocultar la triste realidad que dictamina la clasificación: el Córdoba está en puestos de descenso a Segunda B. Así pues, Emilio Vega, el director deportivo, ha sido el primero en pagar los platos rotos y ha sido despedido. Curiosamente, el club le endosó al leonés la decisión de promocionar a Luis Miguel Carrión al primer equipo, lo que, de momento, se ha mostrado como un clarísimo error. Porque el técnico catalán esta a una derrota de convertirse en el peor entrenador que pasa por el banquillo blanquiverde en la categoría de plata.

Luego está lo social. Los principales colectivos de aficionados dejaron plantados a los directivos del club, que les propusieron una reunión en pos de la unión en estos momentos de dificultad. Pero, sin embargo, esa unión que pregona el club se vio quebrada desde la propia entidad con el envío de burobaxes a abonados prohibiéndoles, de forma provisional, el acceso al estadio municipal, supuestamente, por las críticas vertidas contra la gestión en redes sociales con alegaciones varias. Antes, en la noche del miércoles, El Arcángel anocheció lleno de pintadas cargando contra la familia González.

El Arcángel no ve ganar a su equipo desde hace cuatro meses; el Alcorcón, de los peores visitantes

Mientras, el Córdoba intenta llenar el coliseo ribereño regalando entradas a diestro y siniestro y dejando un precio para el público en general de entre 5 y 10 euros. Se espera la mejor entrada de la temporada. No hay localidades en fondos ni en preferencia, aunque está por ver si los cerca de 17.000 socios acuden al campo. En cualquier caso, los colectivos ya han mostrado su disposición a repetir la pañolada en el simbólico minuto 54 en protesta contra la gestión con la que se lleva el club, el que menos gasta en lo deportivo.

En definitiva, que se vuelve a esperar un estadio crispado, más allá de que los colectivos hayan reiterado su total apoyo a los jugadores y al cuerpo técnico.

CUATRO PUNTOS

Y es que el encuentro de hoy es de vital importancia, de esos que se llaman de cuatro puntos. Porque el Córdoba necesita la victoria para tomar algo de oxígeno en la clasificación y, además, hacer que un rival directo en la lucha por la salvación no se escapa en la tabla. El triunfo puede sacar a los blanquiverdes de los puestos de descenso; la derrota, condenarlo al farolillo rojo.

Para hacerlo aún más complicado, Carrión no dispone de uno de sus jugadores clave, como es Antoñito en la banda derecha. En principio, y sobre todo si vuelve a salir con defensa de cinco, no tiene muchas opciones para ese lateral derecho. Una alternativa, difícil, es Samu de los Reyes a pierna cambiada, pero lo normal es que sea Pedro Ríos el que haga las veces de carrilero. Así pues, al técnico se le volvió a ver esta semana entrenando con esa defensa de cinco. Los tres centrales deberían ser Caro, Héctor Rodas y Cisma, aunque el valenciano ha arrastrado ciertas molestias esta semana. Por ello, no sería descabellado que Carrión tirase de Edu Ramos para atrás y dejase a Rodas en el banquillo y ganar en la salida de balón. El malagueño ya jugó de central en alguna ocasión en el Albacete, como recordó el ya exdirector deportivo para justificar que no se fichase a un central en el mercado invernal.

Por delante, dependerá de lo que haga con Ramos. Lo que está claro es que Luso no podrá estar, sancionado. El que va a la titularidad es Sergio Aguza, que puede compartir el centro del campo con Javi Lara y con el propio Ramos o Markovic. Con el serbio el equipo ganaría algo de llegada, aunque perdería por su anarquía táctica. Por último, en punta Piovaccari le disputa el puesto a Rodri.

Enfrente estará uno de los peores visitantes de la categoría, si bien es cierto que el Alcorcón viene al alza. Así pues, el partido será un punto de inflexión para el Córdoba, primero, para poder salir del descenso y, segundo, para que no se escape un rival.