Durante toda la temporada, el problema defensivo en el Córdoba ha sido más que evidente, erigiéndose en el equipo que más goles encaja de Segunda División. Desde los primeros partidos se señaló directamente a la defensa, una línea en la que fue evidente la bajada de calidad, sobre todo en el eje de la misma. Sin embargo, otro problema que ha aquejado al conjunto blanquiverde en las 25 jornadas que lleva disputadas ha sido la falta de trabajo defensivo de la medular, algo que ha repercutido también en que esa línea defensiva haya expuesto el nivel tan bajo que ha mostrado. Y es que desde el principio se apostó por un equipo que tocara y tocara el balón, aunque poco se dijo de la función que debía tener cuando la pelota no fuera del Córdoba. De hecho, el único hombre que se ha mantenido en el once con un perfil defensivo es Edu Ramos que, precisamente, no estará el domingo en el Heliodoro Rodríguez López por sanción. Al malagueño le ha tocado trabajar junto a Caballero, Javi Lara, Aguza, Markovic o incluso con Álvaro Aguado, pero los desajustes, la falta de rigor y la ausencia de trabajo defensivo de sus compañeros le han hecho trabajar a él más de la cuenta en multitud de encuentros.

Llamó la atención en el último choque, ante el Barcelona B, que no se dispusiera de una alternativa a él en el banquillo, dado que en el anterior compromiso, en Zaragoza, Edu Ramos tuvo que retirarse a los 10 minutos de partido por un golpe que hizo lo peor. En La Romareda ya se encontraba en el campo Álex Vallejo. El vitoriano sustituyó a Ramos en su última ausencia, en la victoria por 1-0 en El Arcángel ante el Albacete. De los otro cuatro encuentros ganados por el Córdoba dejando al rival a cero, en tres jugó los 90 minutos Edu Ramos (en Albacete, contra el Tenerife y contra el Reus), mientras que en el cuarto, ante el Alcorcón (3-0) siendo técnico Luis Carrión, éste dispuso un centro del campo muy poblado con Javi lara, Markovic, Caballero, Jovanovic y Jaime Romero. Este tipo de filosofía, de la que también bebe Jorge Romero, no parece haberle dado frutos al Córdoba: más hombres en el centro del campo, a poder ser con buen trato con el balón, en contra de hombres con trabajo físico y sin balón. Mientras tanto, este Córdoba parece incapaz de dejar la portería a cero, máxima inevitable si de ganar se trata, sobre todo en Segunda.

Por lo tanto, igual que Vallejo pasó de titular en La Romareda a no vestirse ante el Barcelona B, posiblemente el domingo le toque de nuevo pasar desde la grada a saltar al terreno de juego junto a sus compañeros desde el inicio. Pero podría no bastarle al actual técnico blanquiverde, sobre todo si se repasa el encuentro contra el filial azulgrana, en donde Aleñá y Rivera tocaron el balón en línea de tres cuartos todo el tiempo que quisieron.

ALGUNAS VARIANTES / En este caso también tendría una opción el entrenador del Córdoba: acompañar a Vallejo de Sergio Aguza y perfilar más hacia la izquierda a Javi Lara para dar salida a Javi Galán. El montoreño no es un hombre de trabajo por dentro y de eso se aprovechan los adversarios. Sin embargo, Romero perfiló a Aguza hacia la izquierda y dejó como acompañante de Edu Ramos a Javi Lara, algo que hizo sufrir demasiado al equipo en fase defensiva y, lo que es peor, dejó mucha comodidad a un adversario que disfruta con el balón en el pie.

Con Bambock sin poder ser inscrito aún, este Córdoba viajará a Tenerife, se supone, con Vallejo y Aguza como únicos hombres con cierto trabajo sin balón en la lista de 18 convocados, por lo que urge, de una vez por todas, que la defensa blanquiverde tenga algo más de ayuda en forma de trabajo defensivo en el centro del campo. Además, el ataque apenas debería resentirse: las llegadas por velocidad de Jovanovic continuarían manteniéndose; la incorporación de Narváez dotó de más calidad a un casi ausente juego entre líneas hasta su llegada al equipo; Javi Galán mantendría su línea de generar problemas defensivos al rival llegando desde muy atrás y a Sergi Guardiola no le afectaría prácticamente en nada.

Es momento de que el equipo dé ese paso adelante en la medular y no en cuanto a juego, sino en aportar mayor consistencia a la fase defensiva de un Córdoba que ha evidenciado, a lo largo de toda la temporada tener un grave problema por dentro.