¡Es la hora de los jugadores! En fútbol, donde termina el esfuerzo y la falta de competitividad comienza el fracaso. Lo que ocurre es que a veces no queda más remedio que ser fuerte y lograr ser más competitivo que el adversario, puesto que es la única opción y alternativa que queda, el único modo de lograr lo imposible es convencerse de que en fútbol todo es posible.

"Yo no espero a que pase la tormenta, aprendí desde muy joven a caminar bajo la lluvia". En la alta competición los jugadores a veces tienen dificultades en gestionar la ansiedad, en asumir su rol para mantener el compromiso que se adquirió con el club y los aficionados para cumplir los objetivos. Especialmente en momentos difíciles es cuando deben aparecer el talento y el compromiso de los jugadores importantes, ello unido al esfuerzo, la actitud y el compromiso que en futbol es innegociable. Los malos resultados suelen generar ansiedad, inseguridad e incitan a la inestabilidad dentro del vestuario y de la entidad, inestabilidad que genera desconfianza y la desconfianza en fútbol comienza a devorar poco a poco a los actores, especialmente a los protagonistas principales como en este caso ha sido el entrenador, recientemente sustituido.

Frente a la Real Sociedad el Córdoba mostró pequeños picos de reacción durante fases del partido, pero con poca continuidad en el juego, carente de profundidad, verticalidad y poca efectividad en los últimos metros. Sí mostraron buena actitud y predisposición al esfuerzo, pero para ser más competitivos en la alta competición no basta solo con el esfuerzo, debe unirse el compromiso de todos y... el talento. "Orgulloso me siento de mis errores, porque de ellos he aprendido y me hacen mejorar cada día".