En sólo 72 horas, vuelve a la competición oficial el Córdoba, en este caso a la Copa del Rey y con el mismo adversario que el pasado domingo en Liga, un Tenerife que pretendrá mejorar la pobre imagen ofrecida en El Arcángel, en donde fue superado claramente por un Córdoba al que le sentó muy bien el cambio de sistema.

No es la Copa un torneo con un formato atractivo, sobre todo para los equipos de Segunda, pero más allá de otras consideraciones, el partido de esta noche casi se plantea más sobre las sensaciones que se pueden ofrecer que sobre el resultado en sí. Un pase de ronda sería bien recibido, pero en caso de salir eliminado, tanto uno como otro equipo pretenden un final idéntico: el Córdoba mantener la imagen ofrecida en Liga y el Tenerife, todo lo opuesto, es decir, borrar lo negativo y regresar a la senda del buen juego de las primeras jornadas.

Luis Miguel Carrión dio la lista de convocados ayer mismo y en ella faltan seis profesionales, además de los lesionados Javi Lara y Sasa Jovanovic. No se vestirán de corto Fernández, Pinillos, Joao Afonso, Edu Ramos, Sergio Aguza y Jona Mejía. En su lugar, el técnico blanquiverde introdujo a cuatro jugadores del filial: el lateral zurdo Víctor Mena, el centrocampista Jordi Ortega, el mediapunta Sebas Moyano y el delantero Jesús Sillero. Alguno podría tener su oportunidad de inicio, al igual que otra novedad significativa en la lista, Javier Noblejas. El madrileño podría tener sus primeros minutos oficiales de competición con el Córdoba en el encuentro contra los chicharreros después de un período de adaptación en el que va poniéndose en forma de manera paulatina.

No está del todo claro si Carrión insistirá con el esquema del pasado domingo, con dos líneas de cuatro muy juntas y dos hombres arriba o si, por el contrario, regresará al dibujo que ha trabajado durante el verano y con el que ha competido durante el primer mes de Liga, con un delantero en punta y un medio defensivo por delante de la zaga. En cualquier caso, el encuentro en sí se presenta como una ocasión propicia para probar el nivel de hombres a los que apenas se ha visto, como Loureiro, el propio Noblejas o Álex Vallejo y para que otros a los que aún se espera den ese pasito adelante, como puede ser el caso de Jaime Romero.

Carrión incidió ayer en sala de prensa que el objetivo del equipo es el de estar bien en defensa, ya que la portería a cero ante el Tenerife cerró una estadística demoledora de ocho goles encajados en cuatro encuentros de Liga. Desde esa base se ha de construir empezando por esta noche ante un Tenerife del que su entrenador, José Luis Martí, reconoció estar algo afectado anímicamente tras la derrota del domingo.

Los chicharreros se han marcado el objetivo de que la Copa del Rey regrese de nuevo al Heliodoro Rodríguez ocho años después y para ello tendrán que ganar a los blanquiverdes en su feudo, algo que no han hecho en las anteriores 27 visitas. Por lo tanto, tanto la estadística histórica como el presente más cercano dejan las aspiraciones isleñas en un grado máximo de dificultad.

Si los cambios en el once titular del Córdoba serán numerosos, no menos serán los del Tenerife. Dani Hernández dejará su puesto en la portería a Carlos Abad; la defensa será completamente nueva, con Alberto retrasando su posición del mediocentro defensivo al eje de la zaga. Vitolo, del que se esperaba su titularidad el domingo, iniciará el choque copero de esta noche con la compañía de Acosta, mientras que en la línea de tres medias puntas repitiría Tyronne y serían novedad Montañés en una banda y Víctor Casadesús, que actuaría por detrás de Brian.

Además, el Córdoba tendrá el reto de sumar dos triunfos consecutivos en El Arcángel, con la dificultad que entraña ganar en casa dos partidos seguidos. Pero más allá de triunfos o derrotas, el encuentro de esta noche se plantea como una oportunidad de lujo para poder crecer sobre lo plantado hace tan sólo tres días. Máxime, cuando dentro de muy poco le tocará viajar a Granada, en donde le espera el equipo de un Oltra que no logra arrancar, por lo que la presión para el exblanquiverde no ha de ser poca. La Copa para el Córdoba se presenta, por lo tanto, más tranquila que nunca.