Hace 20 meses, Jesús León ofrecía una entrevista en estas páginas en la que reconocía que había hecho una oferta de compra del Córdoba a Carlos González. Aquel planteamiento se iba a los 18.910.000 euros, cantidad que el hoy máximo accionista veía insuficientes ya que, decía en algún almuerzo en Madrid, no lo vendería por menos de 25 millones. En aquella comparecencia, León aseguró que «si mis circunstancias me lo permiten, siempre optaré a comprar el club». Y ha cumplido su palabra en estos casi dos años. Hace muy poco tiempo ha visto rechazada su última oferta, lógicamente a la baja, por el club blanquiverde. El de Montoro ha recibido más de tres millones por sus acciones en el Sevilla y no dejará de intentarlo. Básicamente porque también tiene apoyos en la ciudad. No lo tendrá fácil, aunque lo pelee hasta el último momento.

Posiblemente tenga mucho que ver en ello Thesan Capital y, en concreto, José Miguel Garrido. Garrido vendió el pasado verano el Albacete por algo más de 10 millones a Skyline, un grupo catarí que aceptó ese pago a pesar de que el club manchego tenía una deuda de 12 millones «estructurada», como llegó a declarar el propio Garrido, que tomó la entidad con un marrón de más de 16 millones y lo subió a Segunda División. Desde entonces, ha intentado hacerse con el Elche a través de otra empresa, que no es sino un nuevo paraguas a modo de fondo de inversión del principal: Only One Way. Después de varias semanas de negociación y cuando a mediados del pasado mes parecía que todo llegaría a buen puerto, el desacuerdo fue agrandándose hasta llegar la ruptura. El Elche no será campeón de grupo (el Mallorca está intratable), las posibilidades de ascenso, por tanto, se reducen, y tanto la deuda como el precio que se solicita por un club que está en Segunda B no han terminado de convencer al expresidente del Albacete.

Sin embargo, sí le ha atraído el Córdoba, tanto por la situación actual como por sus posibilidades de expansión. Evidentemente, el planteamiento económico tiene fecha de caducidad: tres semanas. Básicamente porque es el margen de tiempo en el que aún se puede trabajar a lo largo del mes de enero para intentar salvar la nave blanquiverde del descenso, que es el único caramelo que le queda a este Córdoba. Sin estructura profesional de club de la LFP, sin instalaciones dignas ni tan siquiera para muchos clubs de Segunda B y colista a seis puntos de la salvación. La oferta de Garrido se encuadra entre los 12 y los 15 millones de euros, ligeramente superior a la última planteada por otros ofertantes. Algunos hablan de que «la cosa está muy caliente», como para dar a entender que el acuerdo se encuentra muy cerca. Otros, que la oferta existe pero que González actúa como en el pasado. El problema para él es que hoy, la actual situación, poco tiene que ver con el pasado. Si deportivamente el equipo continúa transmitiendo lo mismo que ahora, lo que ahora vale 8, 10 o 15 millones, en febrero se queda en la mitad o en menos, ya que, en realidad, quien deseara comprar el Córdoba estaría comprando un club en Segunda División B.

Por lo tanto toca decidir: confiar en su «proyecto» deportivo y continuar en el club hasta la bocanada final con el consiguiente riesgo a dejar de ganar una fuerte cantidad o repetir el célebre «p’a ti el pollo» del hoy caído en desgracia Rafael Gómez. Pollo, en todo caso, que ha incubado, criado y alimentado el mismo González, pero pollo al fin y al cabo.

Garrido, de 52 años, es sobrino del conocido domador de leones Ángel Cristo. Accedió al club manchego de la mano de la familia del jugador del FC Barcelona Andrés Iniesta, al que le compró el 20% de las acciones, y, además de recuperar deportivamente al club manchego, le redujo la deuda en casi un 30% en Segunda B. Algo nada fácil.

En sus negociaciones para intentar desembarcar en el Elche iba acompañado de Saúl Ruiz Marcos, socio de Only One Way y exconsejero del Albacete, y Santiago Pozas, quien fue director general del Cádiz en la etapa en la que el conjunto gaditano se encontraba en concurso de acreedores. Pozas también trabajó en el Real Betis Balompié.

Desde el entorno de la negociación se asegura que la misma no solo existe, sino que las posturas andan cercanas. Por su parte, el club calla. Se le preguntó si había, no ya negociación, sino algún tipo de contacto. La callada por respuesta. Algo nada nuevo en la política de comunicación del Córdoba, muy intervenida -como todo- por el propio dueño. Pero podría haber vida más allá de González para este Córdoba:Only One Way ofrece una opción. Se verá en pocos días.