Uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras". Posiblemente ayer, cuando José Luis Oltra dijo esas palabras en sala de prensa recordaba otras pronunciadas hace menos de cuatro meses en el mismo sitio y con otras compañías. Entonces, 11 de junio, el técnico blanquiverde aseguró que "me gustaba que mi equipo se sienta importante, es decir, en defensa que busque el error del rival, y en el ofensivo, que lleve el peso del partido". De hecho, la propiedad asumía como suyo ese discurso y el propio director deportivo blanquiverde, Emilio Vega, declaró unos minutos antes que el valenciano "cumple el perfil de ir a por los partidos, con juego ofensivo, sin perder de vista otros ámbitos y ser una persona de club".

Después de 120 días en los que ha habido una criticada configuración de plantilla, un inicio de campeonato con unas ideas de juego después, y una modificación progresiva de las mismas para buscar resultados, Oltra declaraba que "no somos el Barcelona, no podemos jugar como el Barcelona" y admitía que "somos esclavos de nuestras palabras al decir que queremos un equipo protagonista". Ya en la rueda de prensa posterior al triunfo ante el Bilbao Athletic, el técnico blanquiverde se mostró autocrítico, tanto por el juego como por la incapacidad de los suyos para mantener el balón. El filial vizcaíno acumuló un 60% de posesión, la mayoría de ella en campo cordobesista. Un cambio en la identidad, ahora aparcada, en la que ya se han fijado los rivales. Hace unos días fue el Cuco Ziganda y ayer mismo Luis Milla. Eso sí, siempre se ha alabado y reconocido el esfuerzo del valenciano por adaptarse a las herramientas que le han puesto en las manos, tanto en cantidad como en calidad.

En todo caso, y dentro de la asunción del nuevo discurso del resultadismo, Oltra defendió, de nuevo en un mensaje voluntarista, que el equipo "a veces juega muy bien, y otras no juega acorde a lo que creo que puede jugar", insistiendo en que "también se tiene el protagonismo teniendo el control del partido", aunque lo cierto es que es difícil señalar más de dos encuentros de los siete disputados por este Córdoba en los que haya transmitido la sensación de tener dicho control. Para finalizar esa declaración extraoficial de cambio de plan, Oltra insistió en que ve una evolución en el juego adoptado por su equipo: "El paso adelante lo veo cada semana", afirmó.

Una ocasión para contemplar esa evolución que no se vio en duelos anteriores se podrá comprobar mañana, en el Anxo Carro, ante un Lugo que tiene algunas bajas, al igual que los blanquiverdes, y que llega tras encajar una goleada en Pamplona.

Sobre el rival, Oltra avisó de que en el Anxo Carro, el Lugo "ni ha perdido ni ha encajado un gol", recordando así la solidez de los de Milla y el trabajo que realizan, sobre todo con el balón en el pie. "Tiene argumentos, es un equipo sólido en casa", recordó el valenciano, que apeló a "ser competitivos para ganar‡" en terreno gallego.

Para ello recuperará a Xisco, aunque dejó un matiz de duda cuando aseguró que "si entra en la convocatoria será porque puede jugar los 90 minutos", mientras que con la baja de Héctor Rodas, aseguró que del filial, ante el partido "importante" que debe jugar contra el San Fernando, sólo dispondrá de Fran Serrano: "Es el único que ha entrenado hoy --por ayer-- con nosotros", desveló.

En todo caso, Oltra aseguró que tenía clara la convocatoria (que ofrecerá hoy) e incluso el once inicial que saltará en el Anxo Carro, cuyo objetivo principal será "mantener la línea marcada en lo defensivo y mejorar en el aspecto ofensivo", para "intentar lograr la victoria".

El Córdoba entrena hoy a las 9.30 en El Arcángel a puerta abierta y a las 13.00 tiene la cita para partir en AVE a Madrid, desde donde volará hasta Santiago de Compostela.