Encender la televisión o la radio, abrir cualquier periódico o diario digital lleva, desde hace semanas a la situación que se vive en Cataluña. El fútbol, nunca ajeno a lo que ocurre en el entorno, también ha tenido su dosis de polémica. Gerard Piqué fue increpado e insultado por varios aficionados en Las Rozas por sus declaraciones después del encuentro contra Las Palmas y por su postura política, en la que se ha manifestado abiertamente a favor del referéndum y reiterando, sin desvelar claramente su postura, su sentimiento como catalán, pero recordando, ayer, que «mis hijos son colombianos, libaneses, catalanes y españoles».

Más allá de las posturas en torno a la polémica, cada vez más antagonistas y extremas, el próximo domingo, sobre el césped de El Arcángel, estará un futbolista que resume claramente que en el fútbol, como en la situación política mundial, las fronteras tienen cada vez menos sentido a medida que pasan los años.

Nicolao Dumitru Cardoso es un extremo que cumplirá 26 años la próxima semana y que llegó el pasado verano al Alcorcón procedente del Nottingham Forest, en donde fue compañero la pasada temporada, precisamente, de Dani Pinillos, aunque no llegó a coincidir con el defensa blanquiverde sobre el terreno de juego. La lesión del español en la primera parte de la competición y el paso al ostracismo de Nicolao Dumitru a partir de enero, con Pinillos ya de vuelta al equipo, lo impidieron. Pero sí le dio tiempo a marcar su primer gol en tierras inglesas al Newcastle del español Rafa Benítez, en cuyo equipo de trabajo está integrado un símbolo del Córdoba: Pedro Campos.

Admirador de Henry y muy aficionado al baloncesto, Nicolao Dumitru nació en Nacka (Suecia), un condado de Estocolmo de menos de 100.000 habitantes, en donde se crió hasta los siete años, cuando emigró junto a su familia a Empoli, en la Toscana italiana. En el club de la ciudad transalpina dio sus primeros pasos como jugador el hoy delantero del Alcorcón, que en su etapa juvenil era seleccionable por Suecia por nacimiento; por Rumanía, país de origen de su padre -que posteriormente se nacionalizó italiano-, por Brasil, donde nació su madre y también por Italia, por ser su lugar de residencia. Elegiría a los azzurri para ser internacional en categorías base, antes de vivir su primera experiencia fuera de Italia, en el Veria griego, en donde sufrió un episodio desagradable en el campo, cuando su club acusó al argentino Cardozo de «comentarios racistas» tras anotar Dumitru un gol contra el Xanthi.

El domingo volverá a saludar a Pinillos y posiblemente coincidan, esta vez sí, en el campo. El jugador alfarero ya disfrutó de sus primeros minutos en las dos últimas jornadas, siendo titular por primera vez contra el Granada. Al internacional italiano nacido en Suecia, de padre rumano y madre brasileña le costaría entender esos exacerbados sentimientos de unos y otros en los últimos días. Ha demostrado no tener fronteras, salvo la de la intolerancia.