Se va el Barça de vacacio- nes hasta el 30 de di- ciembre. Los sudamericanos lo harán el 31, y Messi y Nyemar lo harán el 2 al tener a final de temporada Copa América. Mascherano y Bravo, que podrían volver ese día, han renunciado. Y se van, como dijo ayer Luis Enrique, tranquilos porque el equipo, tras perder en el Camp Nou ante el Celta, ha encadenado tres goleadas consecutivas en su estadio: 5-1 al Sevilla, 5-1 también al Espanyol y un cómodo 5-0 al Córdoba para cerrar en casa el 2014. A pesar, co- mo reconoció el propio técnico, de que “hay muchas cosas por mejorar”.

Pero Luis Enrique ve “motivos positivos” en un Barça que “está evolucionando”. Por mucho que en la primera parte, y pese al temprano y bello gol de Pedro, el Barça no arrancara. “No ha sido una buena primera parte para nada”, admitió el técnico, en tono claramente autocrítico. “No hay que mutilarse ni flagelarse por estar a cuatro puntos del Madrid, si es que acaba ganando ese partido. No veo cosas negativas ni tampoco que me preocupen”, enfatizó Luis Enrique, convencido de que el Barça, pese a trazar trayectorias irregulares, se en- cuentra en la senda adecuada.

Feliz el entrenador porque Montoya, que encadenó su segunda titularidad consecutiva, tal vez le esté haciendo cambiar de opinión. Nada está perdido. “Si hay un entrenador con el que se puede revertir una situación así, ese soy yo. Ha jugado estos dos partidos porque se lo ganó, ha jugado bien”, recalcó.

Lo mismo que sirve para Montoya vale también para Pedro, un jugador que debe luchar contra tres bestias (Messi, Suárez y Neymar) en el ataque. Pero él no se rinde. “Es un jugador excepcional, con una capacidad de superación enorme. Ya no es Pedrito, es Pedro”, aseguró Zubizarreta, el director deportivo del club azulgrana. “Pedro es un jugador que da plenas garantías, hace goles, genera situaciones de desborde. Es un Pedro difícil de parar”, apuntó después Luis Enrique.

“No, no me quiero ir del Barça. Son solo rumores”, sentenció el delantero canario, que pelea contra unos monstruos gigantescos. Pero no desfallece nunca.

Ayer, por ejemplo, Neymar ni calentó porque Luis Enrique no quiso correr riesgos. “Solo había hecho un entrenamiento con nosotros”, argumentó el técnico, quien premió el excelente rendimiento de Pedro en la Copa (marcó tres goles en apenas 45 minutos) y ayer encontró recompensa: el canario marcó el 1-0 y asistió, generoso como es siempre, a Suárez en el 2-0.

En el campo, una goleada engañosa, y fuera, encuestas de la junta a los socios con siete preguntas, en las que destacaban, por ejemplo: ¿qué nota le pondría a Luis Enrique? o ¿preferiría que se hagan elecciones este ve- rano o en el 2016? Barto juega ya su partido. El de las urnas.